Somos,
hasta un punto más allá de nuestra posible consciencia, historia:
producto de una sedimentación secular de vidas, mentalidades, valores humanos,
que constituyen el ADN de nuestra existencia personal. Y esto lo constatamos de
forma especial cuando se acomete la restauración de un edificio histórico.
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Matasellos concedido para la exposición |
Somos,
hasta un punto más allá de nuestra posible consciencia, historia:
producto de una sedimentación secular de vidas, mentalidades, valores
humanos,
que constituyen el ADN de nuestra existencia personal. Y esto lo constatamos de
forma especial cuando se acomete la restauración de un edificio histórico.
La
restauración que, en sucesivas fases desde hace doce años, se viene
realizando en nuestra Colegiata de Medina del Campo, ofrece la ocasión
de descubrir, como pasando la página de un enorme libro, la diversidad
de estilos, mentalidades, prevalencias que, sucesivamente, han ido marcando su
realización, como expresión plástica de la herencia en la
que hemos sido engendrados. El largo lapso de, fundamentalmente, tres siglos (XVI
al XVIII), ha plasmado un testimonio arquitectónico y escultórico
de más de veinte generaciones de medinenses de las que debemos sentirnos
herederos.
Ésta
es, precisamente, la mayor dificultad en la restauración que se
acomete:
respetar la armonía y la paradójica unidad que solo la sedimentación
del tiempo y nuestra familiarización a nuestro entorno proporciona una
diversidad de maneras y estilos.
Muchas
veces he pensado en la posibilidad de una visita histórica de la Colegiata que nos fuera desentrañando los diversos capítulos de nuestra propia
historia: nuestros genes culturales.
Una
visita que comenzaría con la obra ascética, austera, en reacción
contra el gótico flamenco-isabelino, de Juan Gil de Hontañón
al elevar la cabeza y los tres primeros tramos de las tres naves, con sus nervaduras
rectilíneas y sus escuetas claves. Pasaríamos después a contemplar
el de las bóvedas, según traza ya renacentista de su hijo natural
Rodrigo. El Renacimiento marca, también, la obra escultórica en
el retablo mayor de Juan Rodríguez, discípulo directo del toledano
Vasco de la Zarza, que fue iniciador en Castilla de ese nuevo estilo, y la de
Isidro Villoldo, que se despega de su maestro Alonso Berruguete para aceptar la
influencia florentina de Ghiberti y Donatello. (¡Admirar
el espléndido Nacimiento en la parte baja de nuestra derecha¡).
Pero
el Renacimiento sucederá en apenas diez años al Manierismo romano,
monumental, contenido de la corrección de las formas y, por eso, un poco
frío, iniciado por Gaspar Becerra en Astorga, y que también el el
retablo de la Colegiata dejará su impronta; es la abundante aportación
del burgalés Juan Picardo, al que pertenecen la mayor parte de la "historias"
del lado de la epístola, y también dos cristos: el atado a la columna
en la capilla de Tomás Coello y el impresionante hasta ahora llamado Cristo
de los Artilleros.
Con
esa fría corrección pero acentuando la monumentalidad que tal vez
recogió directamente de Miguel Ángel en Roma, rompe dramáticamente
el espíritu patético, angustiado de Juan de Juni, expresivo de la
mística contemporánea de la Contrarreforma. De él la Colegiata
guarda, heredada de la desaparecida iglesia de la Cruz,
su
Piedad,
tallada hacia 1570.
Pero
en cambio, en la línea marcada por Picardo, y acentuando aún más
la frialdad envarada de sus figuras, el medinense Leonardo Carrión firma
las "historias" del frió bajo del retablo mayor y el, más
logrado, del Bautismo de Jesús junto a la puerta
de San Julián.
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Sobre - Capilla Mayor - Iglesia Colegiata |
Así
abandonamos el siglo XVI para adentrarnos, ya en el Barroco, de la
mano
de Francisco del Rincón contemplando su monumental Nazareno. Es lástima
no poder contemplarlo en el marco que mejor le correspondería, no en el
octógono de la
Capilla
de las Angustias en
el que ahora se encuentra, sino en el rectángulo de la nave de esa misma
capilla, construido cien años antes que el octógono, en el tiempo
austero del primer barroco de los primeros años de Felipe IV, Rectángulo
que se revalorizará pronto con la apertura del acceso original, en el trascoro,
provista en el plan director del D. Antonio García Paniagua.
Y
por él desembocaremos en ese octógono, en la eclosión borbónica
con la que Alberto Churriguera amplia y corona la primitiva
Capilla de las Angustias ya
en los años finales de Felipe V.
La
Colegiata resulta así un abigarrado conjunto de estilos en sucesión:
último gótico, renacimiento, manierismo, barroco, churrigueresco...
Su única armonía es la concatenación temporal que les hizo
sucederse en ininterrumpida generación durante tres siglos.
Después
de esos siglos la Colegiata acompañó a Medina a lo largo de más
de doscientos años de abandono, decadencia y expolio, del que pretendemos
salir ahora con la restauración total del templo.
Pero
sería arriesgado, presuntuoso incluso, introducir ahora, en su restauración
actual - año 2003, un nuevo estilo sin relación alguna con los anteriores,
un "estilo siglo XXI" que destrozaría la armonía histórica
que pretendemos restaurar.
Mariano
CIBRÁN JUNQUERA. Párroco de San Antolín
Como
ya es tradición en Medina del Campo este año los medinenses y visitantes
a la Villa de Medina del Campo, podrán disfrutar de la XXI exposición
"Exfilnumed 2003" organizada por la Asociación
Filatélica y Numismática de la Villa que estará expuesta
en la Sala de Exposiciones de Caja Duero situada
en el Palacio del Almirante. "Exfilnumed 2003" estará dedicada a los 500 años
de la Capilla Mayor de la Iglesia Colegiata de San Antolín,
joya del plateresco.
La
Exposición permanecerá abierta al público desde el día
22 de agosto, día en que se presentará el Matasellos especial, realizado
por el socio José Carlos González, hasta el 1 de septiembre, de
12 a 14 horas y de 18 a 20 horas.
Desde
hace veintiún años 1983, Medina ha acogido la muestra, normalmente
expuesta en la Sala de Exposiciones Caja Duero, "aunque en el año
1984 el lugar de emplazamiento fueron los Tribunales, debido a que ese año
se realizó la exposición regional, la puesta en circulación
del sello de la Autonomía de Castilla y León y la inauguración
de la institución judicial. Además del año 92 que la exposición
tuvo lugar en la calle de San Martín", comentó Jesús
Hernández, presidente de la Asociación, a lo que añadió
"esta entidad tiene el orgullo de haber presentado el sello de la autonomía
de la Comunidad en septiembre de 1984 y haber conseguido un sello de
Bernal Díaz del Castillo en
1985".
Los
mayores tienen un día especial, el 25 de agosto, durante el cual, todas
aquellas personas de este colectivo que decidan visitar la muestra recibirán
un documento filatélico por cortesía del Ayuntamiento. Los más
pequeños de la casa cuentan también con una jornada dedicada para
ellos, el 26 del presente mes, donde se hará entrega de un documento a
todos los que acudan a la exposición.
Siguiendo
con el programa establecido, el 1 de septiembre, tendrá lugar la visita
oficial de las autoridades, protagonizado por la Corporación Municipal
al completo tras el acto de la puesta de bandera en la Colegiata.
Por
otro lado, el cartel anunciador y el catálogo han sido confeccionados por
el socio José Murat y los dibujos del documento y el sobre son acuarelas
de Victorio Pilar Vírseda.
En
la parte que corresponde a filatelia la exposición cuenta con cuatro exposiciones.
Tarjetas Máximas, del vallisoletano Pedro Pastor, en una de las
secciones que está dedicada a las tarjetas en concordancia, es decir, que
el sello, el matasello y el dibujo sean del mismo tema.
En
el segundo apartado se pueden encontrar Documentos y Monumentos religiosos
del medinense Jesús Hernández. Los artículos de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos también se encuentran en la muestra.
En este caso, es una temática en trípticos en Francés, Inglés
y Alemán expuesta por C. Hugo Martín de Medina del Campo. Por último,
en el apartado filatélico se encuentra el Vaticano del medinense
Jesús Hernández.
Monedas
extranjeras de Fernando Vidal de Medina del Campo, Billete extranjeros del medinense
Jesús Sáez, monedas de Portugal y Méjico por Demetrio
Descalzo y monedas españolas y extranjeras de Miguel García.