El
pueblo gitano recuerda a un millón de v´ctimas a manos
del nacismo
por JORGE EMILIO NEDICH Friday February 11, 2005 at 10:42 PM. jnedich@yahoo.com.ar
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Gitanos
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Se hace un recuento
sobre el largo viaje del pueblo Gitano que lo llevó de la India
pasando por Europa hasta llegar a las Américas. Sobre este
pueblo históricamente han recaido los más grandes estigmas
racistas y xenófobos que han derivado en persecusiones de todo
tipo. Mientras el pueblo Judío fue de alguna manera resarcido
por el holocausto, las víctimas del pueblo Gitano a manos de
los nazis no recibieron ninguna reparación y más bien
un manto de olvido cayó sobre esta tragedia que, valga decirlo,
hoy en día sigue soportando este pueblo bajo formas mas refinadas
y por ello más perversas.
EL
PUEBLO GITANO RECUERDA A UN MILLÓN DE VÍCTIMAS A MANOS
DEL NAZISMO
JORGE
EMILIO NEDICH
A 60 años de
la capitulación de la segunda guerra mundial es la primera
vez, en la Argentina como en Latinoamérica y posiblemente en
el mundo, que una voz Gitana es convocada por un medio masivo de comunicación
para brindar su testimonio y recordar a todas las víctimas.
Debido
a la falta de información que existe sobre esta Nación,
se vuelve necesario brindar una breve síntesis histórica
que ponga en contexto su presencia y de a conocer su problemática,
ya que la oralidad cultivada por sus integrantes ha favorecido la
construcción de un muro de invisibilidad sobre el tema, hasta
casi finalizar el siglo XX.
ORIGEN
Y LLEGADA DE LOS GITANOS A EUROPA
Los primeros Gitanos
emigraron del noroeste de la India en el siglo X. Después de
atravesar Irán, Persia y Afganistán, llegaron al África,
precisamente a Egipto. Allí estuvieron un largo período,
tenían conocimientos de astrología y de astronomía,
eran además muy hábiles con el bronce y el cobre. Dos
siglos después comienza un nuevo éxodo, esta vez fueron
hacia Grecia y, desde allí se extendieron a toda Europa. En
la medida que llegaban a las ciudades y daban cuenta de su anterior
residencia, los iban llamando egipcianos, egiptanos y finalmente Gitanos.
En el viejo mundo la bienvenida no fue tan benévola como lo
había sido en Egipto. La falta de jerarquías monárquicas
y de un ejército propio que los protegiera, dejó al
grupo conformado por unos 25 mil Gitanos, al alcance de la esclavitud.
La
falta de representatividad, que persiste aún hoy, y que siempre
caracterizó al pueblo Gitano, denuncia la incapacidad histórica
de ejercer la política. Las grandes migraciones siempre disponían
de una vanguardia que, a modo de cartera diplomática, salía
por delante, allanando el camino del grupo frente al peligro y gestionando
además, todo lo necesario para ejercer sus oficios y asegurar
el destino.
La
negativa del grupo a ser esclavizado bajaba su cotización en
los mercados; se intentó entonces por elevar el precio matando
a los que se negaban al trabajo forzoso. A partir de este hecho, los
que todavía no habían caído en las redes de la
esclavitud, comenzaron a dividirse en pequeños grupos, los
hombres ya no podían ofrecer sus artesanías por las
calles. En las ciudades comenzaban a tener la entrada prohibida; los
ciudadanos tenían la orden de que nadie debía abastecer,
por ningún precio, a los llamados Gitanos: matarlos constituía
una política beneficiosa para los países de la región,
a tal punto que, el Estado les reponía las municiones. Esto
acelera la actividad marginal de las mujeres y los niños se
vuelven imprescindibles para la subsistencia, de este modo la mendicidad
y el hurto reemplazaron al comercio manual y se constituyeron un medio
de vida, que el Gitano no abandonó hasta que no menguaron las
persecuciones y las matanzas. El culturicidio comienza a recrudecer
en toda Europa y para justificarlo los Estados en alianza con las
religiones se vieron en la obligación de recurrir al derecho
para armar las acusaciones y ya los Gitanos fueron condenados por
todos los crímenes posibles. Fueron acusados de ser tanto caníbales
como salteadores de caminos, brujos como asesinos despiadados, que
decapitaban niños y violaban mujeres. Hechiceros que con un
golpe de magia negra hacían desaparecer tanto objetos de valor
como animales y personas; tenían la misma facilidad para anular
la fertilidad de los campos, que para maldecir el porvenir y hasta
fueron acusados de modificar el curso del vuelo de las aves.
LA
CONSTRUCCIÓN DEL MALO
Ya en el siglo XIV
y XV la Iglesia Católica comienza a construir sus edificios
y desde los púlpitos traza su visión de mundo. Con ese
mismo fin aparece el teatro religioso, el escenario es ocupado por
dos grupos, el de los seres felices, apegados a los mandatos divinos
que vestían ropas espléndidas y coloridas y el grupo
de los pecadores que olía a azufre y llevando ropas raídas
y maltrechas, caminaban llorosos al infierno apegados a sus riquezas,
ligadas a lo pagano y a lo diabólico. El Gitano es ubicado
a la derecha de Satán, a partir de allí, el odio que
baja del escenario, llega al público que rápidamente
identifica a los paganos, que serán devorados por las llamas
purificadoras. La literatura de la época y en especial la posterior,
toma los estereotipos, e inmortaliza en el lugar del malo a los Gitanos,
podemos pensar en el Calibán de La Tempestad de Shakespare
o en La Gitanilla de Cervantes, donde el narrador, que es benévolo
con el grupo, dice que, entre otras cosas: los Gitanos nacieron para
robar. En el Pinocho de Carlo Collodi, el muñeco es raptado
y maltratado por un Gitano gordo y malo. La literatura no hizo más
que retomar el imaginario social y recrearlo, así se fue gestando
el mito sobre Gitanos robadores de chicos, que los comían asados
o, los convertían en serpientes o se los daban a sus cerdos
como alimento.
Los
Gitanos, en aras de salvar sus vidas, abandonaron la religión
natural que profesaban, para ser conversos a cuantas religiones se
lo demandasen las respectivas autoridades. La confusa mixtura religiosa
era apreciada a simple vista, sin embargo, tomaban por burla, aquello
que los Gitanos querían mostrar como meritorio. Al no saber
leer ni escribir, pagaban grandes sumas por cuanto papel sellado les
fuera ofrecido, copias de una fe de bautismo, podían estar
en manos de quinientos Gitanos, cartas de autoridades religiosas,
verdaderas y falsas, peticionando la libre circulación de las
caravanas, se hallaban en todos los carromatos. Esto, lejos de motivar
una reflexión sobre el fenómeno, motivaba la creación
del enemigo y la muerte segura llegaba a sus portadores. La dureza
y la violencia de la Inquisición tampoco pudieron cambiar la
idiosincrasia de los Gitanos, que necesitaban de una fe, y se aferraron
a la misma que los hostigaba. Ante la negativa de los gentiles a compartir
misa u oraciones con ellos, los Gitanos comenzaron a llevar las religiones
a los campamentos.
La
alianza entre el poder religioso y el poder político creó
(y alimenta hasta hoy), en la conciencia colectiva de la sociedad,
la imagen más deplorable que se haya construido sobre la idiosincrasia
de un pueblo y, a causa de ello, la otredad mas rechazada en el mundo
es la Gitana. La sociedad internacional encontró en los Gitanos
el chivo expiatorio más económico e inofensivo y aún
lo sostiene argumentando que han sido históricamente antisociales,
que su cultura está montada en el delito que transmiten a sus
hijos, y que utilizan el nomadismo como vía de escape. Los
mismos que esclavizaban o asesinaban Gitanos se quejaban argumentando
que el problema de los bárbaros estaba en la sangre, como aseguraba
el narrador de Cervantes, tratando de defenderlos. Ahora que la ciencia
descartó esa posibilidad, el mismo etnocentrismo los lleva
a colocar dentro de la cultura Gitana, los modos de vida que pertenecen
a la marginalidad. Debemos discriminar entre métodos de supervivencias
de pautas culturales. Un ejemplo de ello es que el pueblo Gitano después
de la Segunda Guerra Mundial, y en sólo cincuenta años,
pasó de ser analfabeto, perseguido y marginado, a ser un pueblo
que lee y escribe en casi un 70% con profesionales en todas las áreas
del saber. Esto se dio gracias a los Derechos Humanos creados el 10
de diciembre de 1948; a partir de esta instancia, la sociedad europea
se ve hoy, en la obligación de aceptar la paulatina sedentarización
de los Gitanos, por ahora en ghetos o barrios apartados de la sociedad
y de admitir, aunque con bastante reticencia, que vayan formando parte
del paisaje ciudadano. En todo el mundo se intenta mostrar el cambio
conseguido, pero los foros no abren sus puertas a la presencia Gitana;
allí también solemos ser negados como parte de la sociedad.
Esta
tarea de divulgación que busca una inserción definitiva
se paga con asiduas muertes a manos de la ultraderecha; de todos modos
ya hay una creciente representación que intenta echar luz,
a través de las distintas disciplinas, sobre un pasado que
nos oprime por lo mal intencionado y doloroso. La inserción
nos llega por una resolución en 1982 cuando las Naciones Unidas
le otorga al pueblo Gitano la categoría de Nación, que
cuenta en la actualidad con alrededor de 15 millones de habitantes
en todo el mundo.
LA
VISIÓN DE MUNDO GITANA VS EL DERECHO COMO FACILITADOR DE LOS
PROCESOS EXPROPIATORIOS Y GENOCIDAS
Los Gitanos comprendieron
ni bien pisaron Europa en el siglo XII que la escritura era un elemento
que reformaba y transformaba la conciencia del hombre, que lo metía
en una realidad falsa de la que jamás volvería; que
al momento de querer asirse a esa realidad, se partiría en
uno, en tres, en diez; el saber teórico jamás podrá
ser asido por los Gitanos ya que no viene de la experiencia, trae
inteligencia pero no sabiduría, la inteligencia es perversa,
la sabiduría es armónica. El hombre Gitano antes que
perder su eje y su equilibrio corriendo tras las cosas que ha soñado
otro para él, morirá de vergüenza. Aquellos que
leían y escribían se acercaban a los campamentos y decían
en nombre de la ley y la justicia: todo lo que hay en este campo me
pertenece, los árboles, sus frutos, los animales, la tierra,
los hombres, el mar y sus frutos (algún tiempo después
el espacio aéreo). Ante tamaño discurso, los Gitanos
no podían más que sorprenderse y negarse a ser parte
de esa idea, manteniéndose al margen de la escritura diluyente
y perversa.
En
1990, realizando un trabajo de campo, visité la carpa de un
Gitano Ludar y ante mi pregunta sobre la causa principal de la discriminación
hacia los Gitanos me contestó: Si le preguntamos a cualquier
Gitano el origen de sus costumbres, al igual que el gaucho no podrá
responder. La diferencia entre uno y otro, es que el gaucho vive en
su tierra y puede mostrar su patrimonio a través de su vestimenta;
el Gitano, con la propia, en la tierra del gaucho o en cualquier otra
región, es considerado un intruso, ésta es la causa
más antigua y la que más divide al Gitano del resto
del mundo que sospecha de nosotros y trata de eliminarnos porque no
entramos en el reparto del territorio.
Ese
principio ordenador y protector del Estado y el Poder Judicial ha
hecho y hace agua con los Gitanos ya que en toda Europa se ha encontrado
documentación expedida por los tribunales, donde constan las
acusaciones pero no las pruebas contra las poblaciones Gitanas asesinadas
y esquilmadas, a lo largo ocho siglos y medio.
El
último país en liberar a los esclavos Gitanos fue Rumania,
allí se ha encontrado documentación que demuestra que
el derecho a la esclavitud se ejerció de manera legal hasta
el año 1869. La Comunidad Europea de entonces, cuando hablaba
de la abolición de la esclavitud del hombre, no incluía
a los Gitanos, al ser estos de una naturaleza maligna y por carecer
de representatividad, no alcanzaban la condición de hombres
por lo tanto no tenían derecho a la libertad. En Inglaterra,
a la entrada de los pueblos y ciudades se exhibían carteles
con la figura de un Gitano colgado, se apelaba a la imagen, porque
los Gitanos eran analfabetos.
En
1899, en Alemania la policía de Baviera creó una sección
especial de cuestiones Gitanas, que llegó a tener su sede central
en Munich. En 1929, se prohibió a los Gitanos circular libremente
por el país y se crea el primer campo de concentración
donde fueron destinados por asóciales, por tener sangre peligrosa
y por ser netamente inferiores; había que impedir todo tipo
de contacto (con la plaga Gitana) que hiciera peligrar la sangre alemana,
tomar por esposo o esposa a alguien de sangre Gitana, implicaba el
descrédito de toda la sociedad y por su puesto la pérdida
del trabajo y la jerarquía social. El punto más alto
llega con el ascenso del nazismo que llega al poder con 54% de los
votos y rápidamente a instancias del derecho multiplica no
solo las leyes discriminatorias, sino también los campos de
concentración, los experimentos médicos con niños
y embarazadas, la esterilización de las mujeres y los asesinatos
masivos en las cámaras de gas.
En
1944, los medios de formación de opinión resumían...los
mestizos Gitanos no podrán hacer peligrar al pueblo alemán
tanto como los judíos, sufren de debilidad, son seres primitivos
incapaces de madurar.
En
1953, vuelve a votarse la ley que prohibía a los Gitanos el
acceso a los lugares de veraneo y recreación, cambiando la
palabra gitano por nómade. Esa misma norma se levantó
recién en 1970.
El
alto Tribunal de Nuremberg que condenó los excesos del nazismo,
acepta un fallo de Corte Suprema de Alemania del 7 de enero de 1956,
donde se argumenta que: los Gitanos que han resistido el exterminio
son antisociales, tienen tendencia a la criminalidad, un afán
irrefrenable por la apropiación. Y cita como prueba la lucha
contra la plaga Gitana. También dice que las sanciones tomadas
desde 1933 a 1943, durante el imperio nazi, no se diferenciaban mucho
de las acciones tomadas anteriormente en la lucha contra la plaga
Gitana. Por lo tanto, esgrime el fallo, las acciones no pueden ser
tomadas como persecución racial.
Otro
de los argumentos contemplados por el alto Tribunal, fue que antes
y durante la guerra, la esclavitud, los encierros y las muertes en
campos de concentración o fuera de ellos, fueron tomados como
medidas preventivas de las acciones de los espías. En las políticas
de posguerra el alto Tribunal, en un primer momento, se negó
a atender el genocidio Gitano; posteriormente y a regañadientes
falló pero no consideró a las víctimas Gitanas
iguales a otras, un año de permanencia en los campos se indemnizó
con 1000 dólares. A los que fueron víctimas de esterilización
se les denegaba la indemnización argumentando que no implicaba
un merma en la capacidad laboral. A los Gitanos casados según
su ritual no se les otorgó ningún reconocimiento como
cónyuges de las víctimas.
Durante
la etapa de la Rusia comunista Stalin continuó con la matanza
y, en orden de méritos, le siguen la ex Yugoslavia y Rumania,
en especial la de Ceaucescu, donde se encerraba a los Gitanos en sus
chozas y se los prendía fuego y a los sobrevivientes se los
enterraba vivos en los cementerios.
Las
políticas sociales básicas como educación y salud
nunca fueron enteramente practicadas con los Gitanos, todavía
hoy en los Países Bajos se les niega la atención médica,
en aquellos hospitales, donde no hay salas para Gitanos. En toda la
zona de los Balcanes a las mujeres Gitanas se las caza, como a animales,
se las lleva a los hospitales y se las obliga a firmar su esterilización.
No todas las escuelas europeas aceptan chicos Gitanos, adentro reciben
golpes de los otros chicos, sin que esto produzca ninguna reacción
en los maestros, sí en cambio reaccionan cuando el alumno Gitano
se defiende, allí el chico puede ser expulsado del colegio
por mala conducta y, si los padres se quejan, van presos por atentar
contra una institución publica. La asistencia a las escuelas
es más baja en los países más desarrollados debido
a la violencia racial. No todas las líneas de colectivos, ni
todos los horarios son posibles, los Gitanos no deben causar molestias
al pasaje. En los pocos bares donde se los admite, apartados, beben
y comen de pie. En muchos países de Europa del este, se alerta
al turismo sobre la peligrosidad de los Gitanos.
DE
ESPAÑA A LA ARGENTINA
Para culminar su limpieza
étnica se organiza en España la gran redada de Gitanos
ocurrida el 30 de julio de 1749 en Medina del Campo, bajo el reinado
de Fernando VI , allí un número de 12.000 Gitanos permanecieron
encerrados en un predio, para evitar su reproducción fueron
separados los hombres de las mujeres. Los más jóvenes
fueron enviados a las galeras o cedidos a los terratenientes, que
los pedían como sirvientes. Algunas voces Gitanas aseguran
que aquello tiene su comienzo en el siglo XVI cuando se mixtura a
los Gitanos con los aventureros y con la población carcelaria
de toda Andalucía y se los envía a poblar las colonias
españolas, desde Puerto Rico hasta Buenos Aires.
En
1536 llegan los primeros Gitanos como parte de la tripulación
de Pedro de Mendoza, los desembarcos continúan hasta que, en
1581, y a pedido de la ciudadanía, el procurador general Don
Félix Santiago del Pozo expulsa a unos mugrosos que chanelaban
caballos viejos hasta dejarlos casi potros y como tales los vendían
engañado a la gente, otros robaban gallinas y cerdos. También
decían, como en el caso anterior, la buenaventura asustando
a los vecinos. Para dar curso a la petición, el procurador
encontró la ley que hizo efectiva la primera expulsión
oficial, fechada en 1580, llamada ley de Felipe II, que ordenaba encerrar
a los Gitanos en la ciudadela de Montevideo, con la intención
de salvaguardar a los ciudadanos, en tanto se esperaba algún
barco que los depositara nuevamente en España (se desconoce
el destino de ese grupo); de este modo, Buenos Aires quedaba limpia
de Gitanos hasta los finales del siglo XVIII, cuando grupos de Gitanos
rusos, griegos, moldavos, serbios y rumanos siempre huyendo de la
esclavitud, la muerte y el mal trato, arribaron al puerto de a Buenos
Aires.
En
la primera presidencia del General Perón, y en sintonía
con lo que ocurría en Alemania, bajo un oscura orden, se prohíbe
la instalación de carpas en el territorio argentino, punteros
políticos incendian los campamentos Gitanos, la falta de documentos
de identidad de las víctimas y el temor a realizar las denuncias,
arroja un cifra imprecisa de muertos y heridos. En la década
del 70, sobre la hipótesis de conflicto con Chile y bajo una
ley de emergencia, se les expropió las camionetas a los Gitanos
residentes en el sur del país. Esos vehículos jamás
fueron restituidos a sus dueños. Durante el gobierno de Dr.
Raúl Alfonsín se prohibió el transito de Gitanos
por la Provincia de Río Negro, el fuerte accionar de la prensa
internacional hizo que el Gobierno Provincial reviera la ley.
LA
IMAGEN GITANA NO VENDE
Desde los comienzos
de la medicina prepaga, la población Gitana de la Argentina,
carece de ese servicio social porque representan una mala imagen para
esas firmas. Las empresas de medicina prepaga, al tomar cuenta de
que su afiliado es Gitano, con distintas evasivas u omisiones, dejan
fuera del sistema al grupo familiar. Los empleados encargados de la
afiliación son alertados al respecto y tienen una lista de
apellidos de origen ruso, griego, rumano y yugoslavo a verificar.
En las clínicas con distintos pretextos se evitan las internaciones
derivándolas a otras instituciones, en ambos casos se prueba
con la coima, que no siempre funciona, para proteger a la familia.
En los bares del microcentro porteño, las Gitanas pueden ingresar
a los locales y ocupar una mesa, pero no siempre son atendidas. La
juventud Gitana tiene infinidad de problemas para entrar a las discos
y los pubs. La población que habita en carpas en los barrios
periféricos de todo el país, no siempre es tenida en
cuenta durante los planes de vacunación, ni durante los censos.
La fuerte discriminación en los colegios hace que la población
Gitana no pase en su mayoría de cuarto o quinto grado, muy
pocos ingresan al secundario y menos aún a las universidades;
el desconocimiento y la mala voluntad de muchos docentes es supina;
también es supino el desconocimiento de los padres sobre los
beneficios que dejaría al grupo, una educación formal;
aunque la educación debería estar bien preparada para
contemplar los matices de un país cosmopolita. El holocausto
pasó pero los genocidios y los culturicidios nunca desaparecieron
y bajo el maquillaje del derecho o la prepotencia del poder adquieren
distintas mascaras. Un primer paso posible para desacelerar el proceso
es la modificación consensuada, no etnocéntrica, del
sistema educativo que permita capacitar a los docentes para que en
las escuelas se implemente la educación dentro de la convivencia
entre chicos de variado nivel socioeconómico y de diversas
culturas, la experiencia realizada ya en algunos países arroja
como resultado que la discriminación desaparece casi en su
totalidad en un tiempo asombrosamente breve y el conflicto queda reducido
a las cuestiones personales de los chicos.
Con
el afianzamiento de resultados como estos un segundo paso sería
instalar un debate serio en los foros internacionales para que se
revean las políticas aplicadas a la problemática, que
parten de alegres y etnocéntricas consignas, desarrolladas
en instituciones serias como Naciones Unidas que proclamaron el 16
noviembre (de 1996) como El día Internacional de la Tolerancia;
ese gran organismo del que todos necesitamos debería reemplazar
la tolerancia por el reconocimiento, ya que el verbo reconocer asegura
derechos; en cambió el verbo tolerar potencia la discriminación
al dejar en claro que hay dos sujetos, uno que tolera y otro que es
tolerado.
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* Es escritor
y ensayista Rom (Ludar) de Argentino. Su última novela se llama
El Pepe Firmenich. Actualmente es titular de la Cátedra
Introducción a los Estudios Gitanos de la Maestría en
Diversidad Cultural que se dicta en la Universidad Nacional de Tres
de Febrero.