24-07-09
- CRISTÓBAL GABARRÓN. el visionario que llenó
Medina de colores.
Murciano de nacimiento pero vallisoletano de
corazón. Cistóbal Gabarrón es uno de los
exponentes mundiales del Arte Contemporáneo. Su amor por
la pintura y su larga trayectoria, le han convertido en un referente
a todos los niveles, siendo considerado uno de los artistas con
mayor proyección del planeta. Su presencia en Medina
del Campo, a través de dos obras de gran importancia
-Parque Villa de las Ferias y Capilla del Milenio- , es un motivo
de orgullo para la ciudad, que celebra su arte con toda la alegría
del que se sabe poseedor de un gran tesoro.
Desde mediados de los sesenta, muy lejos aún
de su madurez artística, Cristóbal Gabarrón
empezó a ser considerado como uno de los pintores a tener
en cuenta. Numerosas exposiciones y proyectos que avalan desde
que empezara a mostrar sus obras en pequeñas galerías
de Valladolid
y Madrid, cuando apenas era un chaval con ganas de comerse el
mundo. Hoy, con una basta trayectoria a sus espaldas, no puede
negarse que estamos ante uno de los artistas más singulares
del mundo. Y este visionario, que ha evolucionado en su obra desde
la pintura figurativa, pasando por el informalismo y la abstracción,
ha dejado un poco de sí mismo en Medina
del Campo.
En la villa podemos observar su mano en dos grandes
proyectos que son muy diferentes entre sí, pero que conservan
su filosofía y su mano creadora. El Parque
Villa de las Ferias -actualmente en fase de ejecución-
y la Capilla
del Milenio, situada dentro del recinto del Palacio
Balneario de las Salinas.
Parque Villa de las Ferias
Cristóbal Gabarrón es un amante
del color y de las posibilidades que dan los colores para cambiarle
la cara a las cosas. Por eso no es de extrañar que le haya
regalado a Medina
del Campo esa exposición de tonos y colores que es
el Parque
Villa de las Ferias, una considerable extensión del
terreno donde el artista ha plasmado todo lo que el glorioso pasado
medinense le ha inspirado.
Inaugurado en 2001, se trata de un parque temático
que proyecta la adecuación artística del parque
El
Chopal, uniendo a ésta, la recuperación ambiental
de la zona.
Actualmente en su segunda fase, en el parque
se pueden observar elementos que son un homenaje directo a las
ferias por la que Medina
fue famosa en los siglos XV y XVI, homenaje plasmado en una moderna
interpretación de los antiguos rollos feriales que rodean
el perímetro del recinto o en los muchos elementos que
hacen e este parque un lugar mágico: las grafias árabes
y judías del mobiliario, las luces y formas del muro vegetal
que rodea el parque, el sonido de la fuente
Gabarrón parte de un esquema en el que
se plantea la organización de las actividades mercantiles,
para concebir el parque en una estructura de parcelas cuadrangulares
que hacen referencia a cada uno de los gremios mercantiles, a
su trabajo y sus diversas actividades comerciales.
Este parque tiene tres visiones: una de ellas
es el área desde donde se puede apreciar una visión
global de los diferentes elementos artísticos y escultóricos
en cada parcela, además de ofrecer una excelente vista
del Castillo
de la Mota.
La segunda visión muestra la parcela con
sus contenidos, identificando cada una a un gremio con un árbol
representativo; así, nos encontramos el de los carboneros
con la encina o el de los libreros con el chopo. La tercera es
la imagen nocturna que, a través de un meditado estudio
de iluminación, crea una visión del parque totalmente
diferente a la diurna.
Capilla del Milenio
Todo el espíritu de la Cumbre del Milenio,
celebrada por la ONU en 2000, donde contemplarse en Medina
del Campo, es la llamada Capilla del Milenio, situada dentro
del recinto y junto al impresionante Palacio
Balneario de las Salinas. Si la ONU puede calificarse por
los valores que defiende y anima -Paz, Solidaridad, Libertad,
Tolerancia, Igualdad, Naturaleza y Educación- Asimismo
hace esta capilla-museo, concebida como un receptáculo
de arte y valores entremezclados para el disfrute de los sentidos.
En total, esta capilla desacralizada y que fue
levantada durante el siglo XIX, acoge 490 metros cuadrados de
pintura mural que el artista murciano ha utilizado para mandar
un mensaje alegórico: los errores cometidos por la humanidad
a lo largo de la historia (tema central de la pared izquierda),
frente a los valores que han de prevalecer en este tercer milenio
(tema para la pared de la derecha de la capilla).
Además de los 490 metros de paneles con
los que la capilla fue forrada t decorada, Gabarrón diseñó
una vidriera con las que decoró las ventanas de los muros
laterales del edificio y proyectó una escultura en forma
de cruz, de siete metros de alto por cinco de ancho, que está
situado en el muro de cabecera de la nave y simboliza a Cristo,
bajo la idea de que el cambio del milenio está definido
por un calendario, cuya génesis está en función
de su nacimiento.
Cristóbal Gabarrón dijo que esta
obra es la que más le ha afectado en su trayectoria, incluso
personalmente, hasta el punto de marcar "un antes y un después"
en su carrera, como en lo emocional, "al tener que profundizar
artísticamente en conceptos que antes sólo eran
palabras".