24-07-09 - TIERRA
DE MERCADOS Y FERIAS - PATRIMONIO
Tierras de Mercados y Ferias
La importancia de Medina
del Campo en la historia viene determinada por el auge que
el comercio tuvo en la villa en los siglos XV y XVI. Gracias a
esta circunstancia, la villa se engrandece en habitantes, prestigio
y un patrimonio envidiable que la colocan, entonces, entre las
ciudades más importantes del país. Con a caída
del auge comercial de Medina
del Campo, la villa ya posee una de las colecciones patrimoniales
más interesantes de Castilla, que en mayor o menor medida,
ha conseguido llegar casi intacta a nuestros días.
Castillo
de la Mota
La joya patrimonial de Medina
del Campo es su castillo, también enseña local
y orgullo de los medinenses. Su color rojizo y su situación
privilegiada le hacen reconocible casi desde cualquier sitio de
la villa. El castillo -levantado en el siglo XIV- es uo de los
mayores y mejor conservados del país y en su día
se utilizó como fortaleza y como centro estratégico
militar, lo que dice mucho de la importancia de Medina
del Campo durante la época Medieval y el Renacimiento.
En este castillo tuvieron lugar importantes hechos y fue prisión
de ilustres presos como Cesar
Borgia o Juana la Loca. Hoy en día -después
de muchas remodelaciones- es propiedad de la Junta
de Castilla y león, que lo usa como centro de congresos
y enseñanza interna, a la vez que lo mantiene abierto al
uso turístico.
Palacio
Real Testamentario
Aunque este viejo edificio acogió hechos
excepcionales de la historia de España por ser morada habitual
de los Reyes de Castilla desde Fernando III, es el dictado de
las últimas voluntades y la muerte entre sus muros de la
reina Isabel la Católica el hecho más trascendental
que se vivió en él y del que ha heredado la nomenclatura.
En su trazado original llegó a ocupar una importante zona
de terreno, pero el abandono a lo largo de los siglos le ha dejado
reducido a lo que hoy puede contemplarse. Es "Sitio Histórico"
desde 2003, año en el que se puso el espacio museográfico
"Palacio
Real Testamentario de Isabel la Católica",
donde se da a conocer la figura de la Reina, su actividad europea
y americana, así como su vida hasta el momento de su muerte
en su villa predilecta: Medina
del Campo.
Iglesia
Colegiata de San Antolín
Venerada con especial fervor por los medinenses,
la Colegiata
de su patrón ocupa un lugar predominante en el centro de
la villa. Y es que no es para menos, ya que este templo muestra
unas proporciones catedralicias que por sí solas ya son
reseñables. Se comenzó su construcción en
el siglo XVI, aunque se puece observar en su estructura varios
añadidos de épocas posteriores. En su enorme fisonomía
destacas sobremanera el Balcón del Pópulo -desde
donde se daba misa los días de mercado en siglos anteriores,
y su enorme y majestuosa torre. Entre las series de capillas que
se encuentran en la Colegiata,
destaca la capilla de Nuestra
Señora de las Angustias, por ser la principal y más
espaciosa. El retablo Mayor, realizado en el siglo XVI, conforma
un conjunto histórico, de casi cien escenas y motivos iconográficos,
en el que trabajaron numerosos artistas con sus respectivas tallas.
Reales
Carnicerías
Más allá de la importancia patrimonial
de este edificio, lo que caracteriza y hace únicas las
Reales
Carnicerías de Medina
del Campo es que es el único edificio en España
que nació con esta función -en el siglo XVI- y que
aún lo sigue manteniendo, siendo sede actualmente del mercado
de abastos de la villa. En su día, el inmueble estaba destinado
a la venta de productos cárnicos a la población
y su construcción fue aprobada por una cédula real
firmada por los Reyes Católicos en el año 1500,
aunque fue levantado durante el mandato de Felipe II, cuyas armas
coronan cada una de las entradas. Como en tantos palacios medinenses
de la misma época, los materiales utilizados en su fábrica
son el ladrillo, la piedra caliza y el granito.
Ayuntamiento
(Casas Consistoriales)
El Ayuntamiento
de Medina
del Campo cuenta por sede con emblemáticos edificios
que tuvieron una gran importancia en la vida de la villa en siglos
precedentes. El edificio central que acoge el consistorio medinense
lo es desde el siglo XVII, cuando se decide que el importante
cometido de legislar la ciudad se debe llevar a cabo en la Plaza
Mayor. Por ello se construye el edificio señorial cuya
fachada principal, completamente simétrica, es de piedra
granítica de grandes sillares, con dos balcones corridos,
uno por planta, para acoger a las autoridades durante las celebraciones.
Junto al Ayuntamiento
propiamente dicho, el cabildo compró el solar inmediato,
hoy conocido como la "Casa
de los Arcos", donde se edificó un majestuoso
inmueble en cuya construcción el Ayuntamiento
tuvo que incluir un gran balcón para que los clérigos
pudieran disfrutar de las celebraciones de la plaza, como condición
para la venta del mencionado solar. Un tercer edificio consistorial
es el conocido como "Casa
del Peso", en el extremo opuesto al consistorio, en la
Plaza
Mayor. El nombre de este edificio del siglo XVII se debe a
que en su interior se encontraba el Peso Real, donde se garantizaba
que las medidas y pesadas realizadas allí lo eran de forma
exacta, uniforme y, sobre todo, oficial. Hoy acoge la Concejalía
de Cultura, entre otros muchos usos.
Museo
de las Ferias
El Museo
de las Ferias, que nació como único de su tipología
en España, está instalado en la antigua iglesia
de San Martín, edificio de extraordinaria armadura
mudéjar, fundado en 1512 por Pedro de Ribera y María
de Medina. En el Museo
se pretende reflejar la importancia que las actividades comerciales
tuvieron, y aún tienen, para la economía, la cultura
y el arte en la sociedad, tomando como guién expositivo
el mundo de las célebres fiestas de alcance internacional
celebradas en Medina
del Campo durante los siglos XVI y XVI. En conjunto, con la
exposición de esta extraordinaria exposición d piezas
artísticas, históricas y documentales relacionadas
con los mercados feriales, se incorporan las modernas técnicas
de comunicación, con audiovisuales multivisión,
vídeos, paneles gráficos, puntos de información
iterectiva, y maquetas con varias iluminaciones.
Conventos
Abundan en Medina
del Campo los conventos y monasterio, edificios con una impresionante
historia a sus espaldas que hablan de la grandeza de la Villa
que siempre estuvo muy presente para el clero. Los conventos
de San José (Padres Carmelitas), Santa María
Magdalena (Madres Agustinas), Santa
María la Real de Dueñas (Madres Dominicas Reales)
y el Monasterio
de Santa Clara (Madres Clarisas) componen un mosaico religioso
que está cargado de riquezas patrimoniales, y no sólo
por los inmuebles que acogen estos lugares de acogimiento, sino
por las capillas, retablos y mosaicos que contienen en su interior.
Muy a destacar la iglesia del convento de Santa
María la Real de Dueñas, con excepcional artesanado
renacentista data de comienzos del siglo XVI y es una auténtica
maravilla artística.
Iglesia
Parroquial de Santo Tomás
El edificio actual conserva aún muros
del anterior templo al que constituye y que fue levantado en el
siglo XII, dedicado ya desde sus orígenes a Santo Tomás.
En la actual iglesia se aprecian hechuras de estilo gótico,
pero también de herreriano, ambas datadas en el siglo XVI.
En el retablo mayor pueden verse algunas extraordinarias tallas
de Francisco del Rincón. Además, entre los muros
del templo reposan los cuerpos de algunos militares medinenses
destacados en Nueva España. Francisco Bracamonte, Melchor
de Torralba y Juan Gutiérrez. Durante un siglo completo
dejó de ser parroquia para dedicarse a fines más
laicos: fue hospital para enfermos de cólera desde 1885.
Iglesia
Parroquial de San Miguel
Muchos son los templos religiosos que pueblan
Medina
del Campo, una muestra más de la importancia que este
enclave tuvo hace cinco siglos. Entre ellos, destaca sobremanera,
la Iglesia
Parroquial de San Miguel Arcángel, situada junto al
Río
Zapardiel y levantada entre los siglos XV y XVII. Su estilo
arquitectónico es bastante difícil de precisar,
ya que durante siglos las intervenciones en ella fueron constantes.
El retablo de su capilla mayor, obra de Leonardo de Carrión,
es de un inmenso valor patrimonial. En él se cuenta, a
lo lardo de diez escenas, las etapas más importantes de
la vida de Jesucristo. Junto a este importante tesoro, la iglesia
cuenta con un impresionante órgano barroco, fechado en
el siglo XVIII y con una apreciable colección de campanas
que jalonan su torre.
Palacios y Casonas
De aquel pasado tan flamante que Medina
del Campo atesora, quedan muchos restos por toda la ciudad
en distinto grado de conservación. Son las iglesias y conventos,
pero también todas esas muestras de arquitectura civil
de una época en la que la profusión de ferias y
dineros hacían Medina
del Campo una ciudad principal en toda Europa. Palacio como
ya el mencionado de los Dueñas,
el de los Condes
de Bornos, el de los Quintanilla,
el del Marqués
de Falces, el del Marqués
de Torreblanca o el del Almirante, conviven con los inmuebles
más modernos, siendo muchos de ellos sede de importantes
puntos culturales de Medina.
También destacan las casonas, habitadas antaño por
familias pudientes, y entre las que se encuentran las del Mayorazgo
de Hormaza y Cotes, la del Mayorazgo
de Murga y Barrera, la de los Galarza
la de los Spiau
o la del Mayorazgo
de los Montalvo, entre otras.
Parque
Villa de las Ferias
Medina
del Campo no puede despegarse de su apelativo "Villa
de las Ferias", dado que su esplendoroso pasado siempre
le ha acompañado con orgullo. Por eso no extraña
que el espacio verde más ambicioso, ciudado y original
de la ciudad lleve por nombre "Parque
Villa de las Ferias". Pero ésta no es su única
singularidad, ya que todo este enorme parque ha sido modelado
por el artista Cristóbal
Gabarrón, que ha querido hacer su propia interpretación
de ese pasado al servicio de las ferias. Así por ejemplo,
los límites del espacio temático están señalados
con una moderna visión de los viejos rollos feriales y
una singular barandilla, todo ello legado de esa Medina
del Campo ilustre de los siglos XV y XVI, Las rampas de acceso,
las grafías árabes y judías del mobiliario,
las luces y formas del muro vegetal que cierra el parque, el sonido
de la fuente o los parterres regulares, evocan los oficios feriales.
Formas y colores, arte y vegetación, luz y agua, confrormaneste
espacio público contemporáneo, que conjuga el pasado
histórico con la funcionalidad.
Palacio
Balneario de las Salinas y Museo
Capilla del Milenio
Debido a las enormes propiedades de las aguas
de la zona, en 1891 se inauguró el Balneario en este paraje,
siendo un pequeño hotelito con una casa de baños
acondicionada con pilas de mármol para bañar a los
enfermos. Pocos años después, en 1912, se levantó
el edificio principal, de grandes dimensiones, que seguía
las corrientes de la arquitectura británica de la época.
Desde finales e los años teinta hasta el incendio que acontece
en 1976, el edificio sufre una significativa decadencia. A mediados
de los 90 se somete el balneario a una profunda restauración,
recuperándose los manantiales y llegando a nuestros días
en perfectas condiciones de uso.
Cerca del Palacio
se conserva una pequeña capilla, construida en el siglo
XIX. Hoy, totalmente desacralizada, constituye una importante
obra de arte vanguardista, concebida en forma de espacio "por
la paz y la libertad", gracias a la visión creadora
de Cristóbal Gabarrón.