24-07-09 - San Antolín
Fiestas.
Las fiestas
de San Antolín son el acontecimiento festivo más
esperado en Medina
del Campo toda la comarca. Ocho días de bullicio, verbenas,
música, atracciones, mercadillos callejeros y espectáculos
taurinos que atraen a miles de personas multiplicando la población
y llenando de fiesta sus calles y de júbilo a sus hospitalarios
habitantes.
Del uno al ocho de septiembre el bullicio, la
alegría y la diversión toman Medina
del Campo. El origen de la fiesta es la conmemoración
de la festividad del patrón de la Villa, San Antolín,
cuya imagen preside la fachada de la iglesia
de la Colegiata situada en la Plaza
Mayor. Precisamente es la la impresionante Plaza
Mayor donde comienzan los actos de las fiestas con la tradicional
puesta de la bandera de España en lo alto de la torre de
la Colegiata.
62 metros de ascensión que cada año realiza una
persona diferente, elegida por las diferentes peñas. Una
vez que la bandera está ondeando en la torre suenan las
doce bombas de mortero y la fiesta comienza.
Peñas
Las peñas, más de un centenar,
son un elemento esencial en los festejos de san Antolín,
viven la fiesta en la calle y contribuyen a crear un ambiente
de bullicio, alegría, jolgorio y diversión. Sus
desfiles, amenizados por charangas, ponen la nota de color en
las calles y meten el ritmo en el cuerpo a los viandantes. Año
tras año, el número de peñas aumenta, por
lo que hace años se creó una Asociación que
agrupa a todas las peñas y a la que el Ayuntamiento
ha cedido un solar en el que instalan varias casetas y de este
modo tener un lugar común para poder celebrar juntos las
fiestas.
San Antolín
La celebración religiosa , honra al patrón
de la villa, es el origen de la fiesta, por eso el 2 de septiembre
se celebra una misa y una procesión alrededor de la Plaza
Mayor para rendir devoción a San Antolín, un
mártir del siglo V cuya devoción llegó a
Medina
gracias a una comunidad de repobladores palentinos que en el siglo
XII levantaron una pequeña iglesia donde hoy se encuentra
la Colegiata.
Ferias de Calle
Desde hace varios años se ha incorporado
otro elemento dinamizador de las fiestas que tiene que ver con
la gastronomía: la Feria de Calle, una iniciativa en la
que participan los establecimientos hosteleros de Medina
que sacan las casetas a la calle para que los visitantes puedan
degustar una tapa y un buen vino uniendo así la comida
y la bebida a las otras celebraciones, que tienen como protagonistas
a la música en conciertos y verbenas o a los toros en los
distintos festejos taurinos, auténticos protagonistas de
las fiestas en encierros, novilladas, rejoneos, corridas o concurso
de cortes. En definitiva, la alegría, la diversión
y la fiesta desbordan a Medina
durante los primeros ocho días de septiembre, en unos festejos
que merecen la pena conocer, y después repetir visita.
Encierros
Espectáculo taurino en estado puro
El toro forma parte de la esencia de numerosas
celebraciones populares en España que hundes sus raíces
en una tradición secular. Los encierros de Medina
del Campo son un buen ejemplo, un festejo declarado de Interés
Turístico Regional,. Con varios siglos de antigüedad
y que se vive con pasión, alegría y emoción
tanto por los medinenses como por los miles de curiosos y aficionados
que en los primeros días de septiembre se acercan a Medina
del Campo para disfrutar de esta fiesta popular.
Las fiestas
de San Antolín son cada año un encuentro con
la traición y con el toro, un animal casi totémico
y origen del volcán de emociones y que supone un encierro,
a pie o a caballo, a campo abierto y por el corazón urbano
de la ciudad.
La antigüedad de estos festejos taurinos
se remonta a las primeras décadas del siglo XV, si bien
debe suponerse que ya existían festejos taurinos en los
siglos XII y XII, cuando la ciudad gozaba de protagonismo en Castilla.
Posteriormente, Santa
Teresa hace mención en su Libro de Fundaciones al momento
en que yendo hacia casa "fue harta misericordia del Señor
que aquella hora encerraban toros para correr otro día,
no nos topar ninguno
" Corría el año
1567 y por aquella época después del encierro había
una corrida de toros y juegos de cañas ejecutados por jinetes
a caballeros llegados para la ocasión. Entonces, como ahora,
los encierros eran la excusa para que los miles de personas se
concentraran en la villa de las ferias.
Peñas taurinas
Con el paso de los tiempos los festejos han ido
variando, pero sin dejar de formar parte del sentir y de l tradición
popular de Medina.
En la actualidad, las peñas taurinas e incluso una asociación
que capitanea la organización del festejo, son un importante
elemento de los encierros que anima y dinamiza la fiesta. Cada
encierro -suelen ser seis- comienza a primeras horas de la mañana,
precedido del ruido de las charangas que sirve para despertar
a los más rezagados.
Después el chocolate, los churros, el
aguardiente o las sopas de ajo, según los gustos, preparan
a los participantes para presenciar el encierro y comienza a subir
la adrenalina.
Caballos y toros por el campo y la ciudad.
Con los campos de cereal ya cosechados, cientos
de caballos se arremolinan alrededor de los corrales donde la
manada aguarda, a escasos kilómetros de la ciudad, para
ser soltada y realizar un amplio recorrido, acompañados
por miles de personas que se acercan o alejan de los astados para
evitar una imprevista embestida. Este trayecto a campo abierto
con los jinetes azuzando con sus garrochas a los toros puede durar
más de una hora hasta que el grupo enfila hacia las calles
de Medina,
donde una multitud de gente congregada en los aledaños
del Castillo
de la Mota espera su entrada y están pendientes del
tañer de la campana que anuncia que los toros llegan en
manada arropados por los jinetes o bien se han diseminado. Luego
vienen las carreras de los valientes que se atreven a correr al
lado de los toros por las calles de Medina,
una media hora, hasta entrar en el albero de la plaza
de toros. Posteriormente se procede a la suelta de algunos
novillos para que los jóvenes medinenses ensayen sus cortes.
A parte de los encierros también se celebra
la suelta del Toro del Alba durante dos días y una hora
antes del tradicional encierro. En definitiva, un gran espectáculo,
una tradición de siglos que congrega a miles de personas
que Medina
acoge con los brazos abiertos para disfrutar con la emoción,
de la incertidumbre y de la pasión por una fiesta con solera.