Medina del Campo. Villa histórica, monumental, escultórica y paisajística
Villa
de las Ferias
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Quetzal" |
RUTA
QUETZAL 2004 |
El
último viaje de la Reina Isabel I de Castilla:
Medina del Campo - Granada
"LA
ÚLTIMA VOLUNTAD DE LA REINA"
México,
22-4-1519
Villa
Rica de la Vera Cruz
En
el día de ayer, Jueves Santo, 21-4-1519, Hernán
Cortés, junto con toda su armada, y en medio de una enorme
expectación por parte de los nativos de aquella región,
arribamos al puerto de Juan de Úlua.
Desde
allí nos dirigimos hacia la costa de la que fuera bautizada
Villa Rica de la Vera Cruz, llamada así por haber desembarcado
en Viernes Santo y Rica por aquel caballero que se acercó
a Cortés y le dijo "mira las tierras ricas y aprende
a bien gobernarlas"
Ese
mismo día recibió la primera embajada de Moctezuma
Xocoyotzin, señor de Tenochtitlan.
Sin
duda habíamos llegado a la que a la postre sería
la entrada para los conquistadores y principal puerto de comunicaciones
de España con el Nuevo Mundo.
Instalamos
el campamento en unas arenas cercanas a la costa, desde donde
se podía apreciar el esplendor y grandiosidad del Océano
Atlántico.
Era
una noche serena. Observando el firmamento pude apreciar en una
pequeña tienda la tenue luz de una vela. Sigilosamente
me acerqué a la misma y pude escuchar ligeramente unas
palabras:"espero mi Reina y Señora haber sido digno
de tu última voluntad
", frase que se repetía
una y otra vez.
Como
la tienda estaba abierta me acerqué y pude contemplar a
un fraile Franciscano. Tenía abundante barba, estaba recostado
en un jergón, con un sayo maloliente y hecho jirones, una
pequeña vela y una cruz de madera que mantenía entre
sus manos temblorosas a causa de los escalofríos ocasionados
por la fiebre que le invadía.
Como
pude le incorporé levemente la cabeza y mojé su
boca con un poco de agua. Este sorbo de agua le produjo un espasmo
que le devolvió la lucidez.
Al instante quise saber de las palabras que pronunciaba y se las
recordé. En primer lugar se presentó y me hizo saber
su nombre y ciudad natal:
"Me
llamo ahora Fray Rodrigo, hermano Franciscano, en otro tiempo
lejano Rodrigo de Morillo, natural de Medina del Campo, villa
que quedaría marcada por la muerte de la Reina Isabel,
e hijo de Juan de Morillo e Inés Ortiz, ambos pertenecientes
a la servidumbre de la Reina en el Palacio Real de Medina del
Campo (Anexo I), el primero como encargado de caballerizas y la
otra como cocinera."
Rodrigo
de Morillo entró en una especie de subconciencia y se trasladó
con sus palabras a otra época y otras tierras allá
por Medina del Campo, cuando él tenía la edad de
15 años (1504) y ayudaba a su padre en las tareas de las
caballerizas.
"Poco
nos podíamos imaginar los hechos que nos esperaban cuando,
en agosto de 1504, los Reyes llegaron a Medina del Campo padeciendo
fuertes fiebres y aquejados de molestias".
Don
Fernando no tardaría en recuperarse, no así la Reina,
que aquejada por la fiebre y presa del dolor que le producían
las noticias que le llegaban acerca de la locura que afectaba
a su hija Juana, no le dejaban recuperarse, junto con las pruebas
a las que Dios le sometió con la muerte de su hija Isabel
cuando ésta daba a luz, la muerte del Príncipe Don
Juan el 4-7-1497 y la de su hijo Miguel en 1500.
Una
vez hubo descansado durante unos días en el Palacio Real,
y con nuevas fuerzas quiso partir con Don Fernando al Monasterio
de la Mejorada (Olmedo) donde fue recibida por los frailes Jerónimos.
No pasó mucho tiempo y volvió de nuevo al Palacio
Real donde fuera atendida por sus médicos.
La
enfermedad se había extendido a sus venas y padecía
hidropesía, la fiebre no remitía y daba la sensación
de estar instalada en su propia médula. Rechazaba los alimentos
y su sed era insaciable.
A
pesar de su enfermedad pudo dictar su propio testamento (12-10-1504)
a fin de dejar clara la sucesión de Castilla, legando el
trono a su hija Juana (Anexo II).
La
Reina agonizaba. Desde todos los puntos del Reino se hacían
numerosas procesiones y peregrinaciones para pedir por la salvación
de la Reina. La servidumbre pasaba por los pasillos de palacio
cabizbaja, silenciosa y en estado de continua oración.
Un velo oscuro se extendía sobre la Villa de Medina.
El
23 de noviembre, tres días antes de su muerte, la Reina
todavía pudo estampar por última vez su firma "Yo
la Reina" (Anexo III y IV) en un codicilo que añadió
a su testamento, en el que entre otras cosas le preocupaba la
situación de los indios en el Nuevo Mundo, "cuida
de mis hijos en América" le ordenó a su
esposo suavemente. Pude escuchar las que para mi fueron sus últimas
palabras, y lo que sin lugar a dudas era su última voluntad.
Esas palabras me quedarían gravadas para siempre y serían
más tarde el motivo de mi existencia.
Cuando
la Reina supo que de todas partes del Reino se acercaban en peregrinación
para rezar por su recuperación dijo: "no lloréis
por mi, ni gastéis vuestro tiempo orando por una recuperación
inútil, rezad más bien por mi alma". Desde
Italia llegó a la Corte de la Reina un funcionario de aquellas
tierras, Próspero Colonna, para "ver a la mujer que
gobernaba el mundo desde su lecho de enferma
.."
Dos días antes del fallecimiento, y como presagio de los
días tristes que se avecinaban, se empieza a cubrir de
nubes el cielo. La Reina se confesó y pidió que
le cubrieran los pies, recibiendo poco después la extremaunción.
El
día 25 de noviembre la Reina agonizaba. El aire se espesaba
en la Plaza Mayor de la Villa de Medina, la gente caminaba en
silencio y rompía en lloros y oraciones en todas las iglesias.
En todas las capillas se oraba y los capellanes de la Reina dirigían
los rezos.
Hay
un no se qué en el aire
Con anuncio de lamentos,
y la plaza, fría y sola;
sólo en el portillo encuentros
de gentes que van y vienen
como fantasmas de viento.
Las iglesias están llenas
de almas y plañimientos
por la más grande Señora,
por común asentimiento,
que vieran nunca los tiempos,
ni verán los venideros.
B.S.
EL
martes, 26 de noviembre de 1504 por la mañana, pude observar
a través de la puerta de su habitación, que la Reina
permanecía en su lecho, tenía un color ceniciento
en su rostro, los ojos cerrados y una respiración irregular.
A su lado pude ver entre otros a su esposo Don Fernando, a Don
Pedro Mártir de Anglería, a su inseparable amiga
Beatriz de Bobadilla, Cisneros y otros miembros de la corte y
de su confianza.
Nada
tenía que ver con la mujer que siempre había conocido: "Esta Reyna era de estatura, bien compuesta en su persona
e en la proporción de sus miembros, muy blanca e ruvia;
los ojos entre verde e azules, el mirar gracioso e honesto, las
façciones del rrostro bien puestas, la cara toda ella muy
hermosa e alegre" (Fernando del Pulgar- Crónica
de los RR.CC.)
Ese
día, que jamás olvidaré, entre las once horas
y el medio día, más bien hacia el mediodía,
la Reina jadeó suavemente, se agitó y su alma abandonó
este mundo. La Reina Isabel de Trastámara, la Reina de
Castilla, después de treinta años de reinado y a
sus 53 años de edad, nos había dejado.
Se
celebra en ese momento la primera misa Córpore in Sepulto
en el Oratório del Palacio Real de la Villa, iniciando
a continuación los preparativos para el traslado del regio
cadáver hacia su muy querida ciudad de Granada, tal y como
ella misma había dispuesto en su testamento.
Ese
mismo día estalla una fuerte tormenta y las campanas tocan
a duelo, contagiando su repicar a todos los pueblos del reino.
Don Fernando había ordenado que se celebrasen dos mil misas
por el eterno descanso de la Reina.
Se levanta apresuradamente en la Plaza Mayor, en el Portillo,
un estrado de madera, frente al Palacio Real, al lado de las obras
que en ese momento se realizaban para la construcción de
la Iglesia Colegiata de San Antolín. Desde una ventana
del Palacio Real pude observar como Don Fernando, bajo una lluvia
intensa, subía los peldaños del estrado acompañado
por Cisneros y el resto de la corte. El Duque de Alba enarbola
tres veces el estandarte de la Reina y proclama:"Castilla,
Castilla para nuestra Señora Soberana Juana".
Después, ante la ausencia de Juana, Don Fernando asumió
públicamente el título de Regente de Castilla y
recibió el homenaje de los grandes.
Don
Fernando envió correos a todas las instituciones del Reino
que partían hacia Granada, Córdoba, Valladolid,
Burgos etc, y ordenó preparar la comitiva que llevaría
los restos de la Reina a Granada.
Los
restos mortales de la Reina, después de que sus médicos
trabajasen durante toda la noche para embalsamar su cuerpo, son
revestidos de un burdo y penitencial hábito Franciscano,
tal y como había dejado escrito en su Testamento: "vestida
con el hábito del bienaventurado pobre de Iesu Christo
San Francisco
"
El
ataúd, construido por un carpintero del Palacio Real, Jerónimo
de Palacios, el moro, estaba construido de madera, sencillo y
austero pero fuerte, con una cama alta, también de madera,
para asentar las andas.
Fue
forrado con cuero de becerro y una funda encerada para no dejar
pasar el agua, que fue comprada a Diego de Madrid.
Se
hicieron provisiones de hachas (tea de esparto y alquitrán),
así como gran cantidad de velas y cirios grandes que se
utilizarían tanto para el trayecto como para velar los
restos de la Reina en aquellas iglesias en las que había
de hacer noche.
Muy
pronto se confeccionó una lista de personas que compondrían
el cortejo bajo la supervisión del escribiente y el contable
del Palacio Real:
CAPILLA:
Alonso
de Alua, Pedro Ruiz de la Cosa, Luys de Torres, Pero Sarmiento,
Mosen Pero de Logroño, Miguel de Carvajal, Martín
Velásquez de Arevalo, Juan Núñez de Portillo,
Alonso de Sepúlveda, Fernando de Leon, Françisco
de la Costana, Tomás Vandaquila, Sancho de Camara, Juan
de Bolaños, Iñigo Gomez de Ledesma, Garçia
Vegil, Françisco Garçes, Antonio Velazquez, Françisco
Medina, Pedro Martir de Angleria, Juan Martinez de Noalay, Don
Diego de Ribera, D. Françisco de Mendoça, maestro
Pero Ruiz de la Mota y Juan Lopez de San Martin.
CANTORES:
Juan
Roman, Juan de Céspedes, Pedro de Tordesillas, Juan de
Porras, Perote Valençiano, Fernando de Leon, Bernardo Bozmediano,
Antonio del Corral, Juan Rodríguez de la Torre, Blas de
Tortoles, Alonso de Mondejar, Bartolomé de Aluion, Vernaldino
de Baena y el organista Lope de Baena.
CAPELLANES
DE CAPILLA:
Antonio
de Madura, Françisco de Pastrana, Alonso Fernández,
Gilarte, Mosen Jacobo, Rodrigo de Soto, Fernando de Gamarra, Nicolas
de Rubira y Miguel de Ynestrosa.
MOÇOS
DE CAPILLA:
Juan
de la Rua, Fernando de Couarrubias, Juan de Tordesillas, Biçente
Rodríguez, Antonio de Bozmediano, Françisco de la
Vega, hijo de Toribio, y Françisco Rosillo.
OTRAS
PERSONAS:
El
alcalde Gallego, los alguaciles Morales, Villanueva , Ramirez
y Brauo, Pedro patiño y la Condesa de Camiña.
REPOSTEROS
DE CAPILLA:
Juan
de Zorrilla, Juan de Joara, Françisco Corbacho, Iñigo
de Arviçu, Alonso d´Auila, Juan de Villoria, Juan
Peres de Çamudio, Lope de Leguizamo y Pedro de Luxan.
REPOSTEROS
DESTRADOS:
Juan
Serrano, Bartola de Rapariegos y Gomez Peres de Madrigal. Ademas
de seis porteros, los coperos Antonio Lopez Navarro y Juan Daça,
cinco vallesteros de maza, seis monteros de guarda, los posentadores
Mondragón y Alonso de Montaluan, los continos Françisco
de Vargas, Françisco Aluares y Pedro Gaitan, veintiséis
hombres de oficios entre los que cuentan personal de plata, despensa,
aguadores, barrenderos, carnicero, gallinero, dos azemilas para
la despensa mas otras doce de otras labores, Fernando de Riuadeneyra,
encargado del transporte de las andas junto con cinco hombres
suyos, mi padre Juan de Morillo, encargado de 10 azemilas, seis
cocineros, treinta y cuatro mozos de despuelas y diez escuderos
de pie.
Una
vez revisada la lista y comprobado que en ella se encontraba mi
padre Juan de Morillo, poco trabajo me costó unirme a la
comitiva como ayudante de caballerizas.
Durante
todo el día y toda la noche se pusieron a punto los trabajos
que días antes habían comenzado a prepararse.
El
ataúd estaba cubierto de un paño de terciopelo negro
que había sido comprado a un comerciante de la Villa llamado
Sancho de Paredes, y que sirvió así mismo para forrar
los machos de las andas.
Con
una pieza de tafetán colorado de grana se acabó
de forrar un paño de brocado que se puso encima de las
andas.
Se
pone encima del ataúd, comprado al mismo mercader, un paño
de brocado de pelo carmesí, morado y verde, con una puerta
en el centro de color oro y plata, con un bordado de troncos de
granadas y un escudo de las Armas Reales, dispuesto todo ello
de tal forma que cubriese hasta el suelo.
Se
guarda en una caja de madera una pieza de paño aterciopelado
negro con una cruz de raso carmesí, que se utilizaría
para ponerlo sobre el ataúd en las paradas en las que se
hubiera de celebrar algún culto.
A
primera hora de la mañana del miércoles 27-11-1504,
apenas despuntado el alba, se pone en marcha la comitiva fúnebre,
en medio de una fuerte tormenta y acompañados en procesión
por una gran multitud, silenciosa y en medio de un profundo dolor
y llanto, arropando en el centro el féretro Real, arrastrado
por dos mulas. Parte con nosotros como responsable de la comitiva
D. Pedro Ruiz de la Mota.
Medina
del Campo estaba de luto y despedían a su Reina todas las
campanas de Iglesias y Monasterios. Un velo oscuro cae sobre la
ciudad que la viera gobernar durante tantos años.
Tal
y como estaba previsto, me uní a la comitiva acompañando
a mi padre y al cuidado y preparación de las mulas que
teníamos a nuestro cargo.
La
tormenta crecía en fuerza e intensidad y desde el primer
momento tuvimos el presentimiento de que esta nos impediría
en un momento u otro continuar el viaje.
La
ruta que se había dispuesto era la más rápida,
intentando aprovechar en todo momento las Cañadas y Caminos
Reales (Anexo V).
A
nuestra llagada a ARÉVALO, fuimos recibidos por una enorme
multitud que aclamaba a la Reina. Era grande el sentimiento del
pueblo de Arévalo, ya que en él la Reina había
pasado parte de su adolescencia.
A
las dos mulas que tiraban de las andas del ataúd, se les
fijaron unas fundas de terciopelo en ambos cuellos.
Rezamos
en el monasterio de S. Francisco y sus monjes ofrecieron una cruz
de plata que durante todo el trayecto fue llevado delante del
féretro.
El
capellán de la Reina, Juan Martínez, había
recibido el encargo, en el Testamento Real, de vestir y dar limosna
a los pobres que encontrase en el camino.
Pasando
por la pequeña localidad de GOTARRENDURA, llegamos a la
humilde población de CARDEÑOSA, localidad cercana
a Ávila, y que en su día viera morir, a la edad
de trece años, al hermano menor de la Reina, el Infante
Alonso. Reciben sus habitantes solemnemente el óbito real
y durante unos instantes se reza en la iglesia del pueblo por
su eterno descanso. A la salida, el Capellán de la Reina
reparte 204 maravedíes entre los pobres.
A
estas alturas, la tormenta seguía arreciado acompañada
de fuertes vientos que hacían tambalear las andas, y hasta
la llanura más extensa formaba grandes lagunas, solamente
las colinas eran seguras para la comitiva. "No hubo día
que el sol viésemos ó que salieran las estrellas" (Pedro Mártir de Anglería).
Cuando
exhaustos llegábamos, después de mil avatares, a
un pueblo ó ciudad con los restos de la Reina, estos eran
velados durante toda la noche por sus habitantes, escoltados en
todo momento por parte de la Guardia Real que nos acompañaba,
y se encendían las velas y hachas que previamente habíamos
cargado en Medina del Campo. El resto del séquito descansábamos
siempre, a ser posible, en monasterios Franciscanos, ó
en los lugares que al efecto se habían preparado previamente,
para a la mañana siguiente, a primera hora, comenzar de
nuevo la marcha.
En
AVILA, una de las más grandes ciudades del Reino Castellano,
y ciudad que alcanzó su máximo esplendor y prosperidad
bajo el reinado de los Reyes Católicos, una enorme multitud
nos recibe al lado de las murallas y nos salen al encuentro los
nobles y el clero de la ciudad, rezando varios responsos y acompañando
los restos de nuestra Dama durante un trayecto, a pesar de la
fuerte tormenta que seguíamos padeciendo.
El
siguiente punto de referencia lo encontramos en CEBREROS, localidad
a la que la Reina llegaba por cuarta vez. Una de ellas en la víspera
de su Coronación el 19-09-1468, otra en la que hubo de
padecer un aborto en la antigua calle Mesoneros, y por último,
ésta en la que llegaba muerta con destino a Granada, y
en la que tuvimos que hacer una parada para que un carpintero
reforzase el ataúd con un armazón de madera y lo
engrasase a fin de que èste no se rozase con las andas.
Treinta
hombres del pueblo nos ayudaron a vadear el río Alberche,
que como consecuencia del temporal, que aún continuaba,
se había desbordado y destruido sus puentes.
Era
tal la magnitud de la tormenta y la negrura del día, que
hubo que contratar varios guías para que nos condujesen
por zonas seguras, ya que los caminos estaban prácticamente
inundados y perdidos.
Con
gran pena perdimos mi padre y yo varias mulas que reventadas por
el cansancio se desplomaban en los caminos. "Las caballerías
ya no tenían fuerza para sacar las patas de los lodos en
los que se hundían. Muchas veces se caía la carga
y otras muchas las mulas caían en fosas abandonándolas
a su suerte, así como parte de la carga por no tener suficientes
mulas para llevarla".
El
Capellán Juan Martínez, que días atrás
había regresado a Medina del Campo, nos daba alcance con
seis mulas en las que traía pan cocido y otras provisiones,
función que alternó en alguna ocasión con
el alguacil Ramírez.
Atravesamos
tierras de pinares oscuros y de suelos de granito encharcado por
el agua. Pasamos por delante de los Toros de Guisando, según
cuentan algunos, un monumento fúnebre levantado entre los
siglos III y II a.c. y que se encuentra dentro la senda de la
Cañada Real, por la cual nos guiamos.
En
SAN MARTIN DE VALDEIGLESIAS, somos recibidos por los vecinos y
conducidos hasta el Castillo de la Coracera, que en otro tiempo,
ya lejano, sirviera de residencia a la Reina cuando fue proclamada
heredera de Castilla.
Poco antes de llegar a Toledo hicimos otra parada para reforzar
de nuevo el féretro con dos cueros de becerro, que nos
proporcionó Don Diego de Madrid, y que fueron encerados
de nuevo, ya que las inclemencias del tiempo lo iban deteriorando
cada vez más.
El
4 de diciembre llegamos a la ciudad de TOLEDO, ciudad fuertemente
ligada a la Reina Católica. En ella se crearía el
Tribunal de la Santa Inquisición en 1485 y se firmó
el decreto de expulsión de los Judíos en 1492.
Hacemos
una parada y el avance se dificulta a causa del barro y la crecida
del Tajo. Los caballeros y nobles de la ciudad recogen el féretro
de la Reina a las afueras de la ciudad, en la puerta de Cambrón. " Se recibe a la Reina como viva y se la despide como
muerta para poder aclamar a Juana como Reina". "La
comitiva se plantea contradecir la voluntad de la Reina y dejar
su cuerpo en Toledo a la espera de que se calmaran los elementos
" (Pedro Mártir de Anglería). Allí mismo se
reza un responso y el féretro descansó en S. Juan
de los Reyes, ya que el temporal impidió que los restos
se llevasen a la Iglesia Catedral Primada de Toledo.
El
cuerpo de la Reina permanece tres días en Toledo a la espera
de una mejora en el tiempo.
Por
la noche, los nobles de Toledo escoltan a la Reina y el pueblo
eleva al cielo sus plegarias.
Por
nuestra parte, después de atender las labores que teníamos
encomendadas del cuidado y atención a los animales, y antes
de descansar un poco, también implorábamos al cielo
para que cesasen las tormentas y se nos permitiera llegar a Granada.
El
sábado, 7 de diciembre se oficia una misa Solemne en la
Catedral, predicando la oración fúnebre el Canónigo
Quintanapalla, para después salir en procesión por
la Puerta del Perdón y concluir en el Alcázar.
Nos
llegan noticias de que el tiempo ha empeorado hacia el sur y que
la marcha se puede dificultar, ya que se encuentran muchos caminos
cortados por los desbordamientos de los ríos.
No
sin poco esfuerzo conseguimos vadear el arroyo de Riansares para
llegar a la localidad de ORGAZ.
Con
enorme cansancio, y habiendo dejado en el camino parte de la carga,
enseres y animales, y aquejados algunos de los miembros del séquito
por la fiebre y fatiga, atravesamos los Montes de Toledo y llegamos
a la localidad de LOS YEBENES, frontera natural entre la Meseta
y Andalucía.
Llegamos
poco después a MANZANARES, que nos recibe desde lo alto
de su majestuoso Castillo, ahora envuelto entre grises nubes cargadas
de agua.
Pasamos
la noche en el pueblo de PALACIOS, en el que tuvimos que derribar
una verja de hierro que flanqueaba la puerta de la Iglesia para
poder meter dentro el ataúd durante la noche.
Al
paso de la comitiva por VISO DEL MARQUÉS, en las laderas
de Sierra Morena, Camino Real y ruta obligada hacia Granada, salen
de un monasterio unas beatas que con profundo dolor se arrodillan
entre el fango y ruegan en voz alta por el alma de la Reina.
La
tormenta no amaina, la ventisca cada vez es más intensa,
y entre los componentes se habla sobre el temor que les causa
enfrentarse al paso del Guadalquivir, ya que las noticias que
nos llegan son bastante aterradoras.
Por
un momento a mi padre se le pasa por la cabeza la idea de que
yo abandone la marcha y que me recogerá a la vuelta. Mi
negativa se produce sin dudarlo un momento.
Nos
dirigimos en este instante hacia Jaén a través de
las localidades de Esplúy y Mengíbar.
Es
así que atravesamos unos amplios campos de olivos y llegamos
a ESPLÚY, ciudad gobernada desde su castillo por el señorío
de Benavides, linaje estrechamente ligado a la Corona de Castilla.
Hasta
las calles mas bajas estaban inundadas por la crecida del Guadalquivir
y sus puentes inundados cuando no destruidos. Se contratan unos
barqueros para que ayuden a pasar en barca a todos los capellanes,
mientras que el resto podemos cruzar por un puente que todavía
se mantenía en pié.
En
MENGÍBAR, ciudad despojada por los Reyes Católicos
de los privilegios de que gozaba como comunidad perteneciente
a la Orden de Santiago, se contratan también unos barqueros
que ayudan a pasar por el caudaloso río a toda la comitiva
incluidos animales y enseres, con gran peligro de nuestras vidas.
Más de un caballero cayó a los remolinos del peligroso
cauce, con graves riesgos para su salvamento, y más de
un animal se nos perdió entre las turbulentas aguas junto
con su carga, a pesar del trabajo y esfuerzo de mi padre y mío
propio, pasando por momentos muy difíciles que hicieron
temer por nuestra vida.
Fue,
sin lugar a dudas, el episodio más peligroso del viaje.
Pasados
los peores momentos del camino, hacemos un descanso y se recompone
la comitiva en Mengíbar.
En
TORRE DEL CAMPO, localidad cercana a Jaén y perteneciente
a su jurisdicción como consecuencia de una Cédula
Real emitida por los Reyes Católicos en 1492, el capellán
de la Reina, Juan Martínez, mencionado ya en varias ocasiones,
acoge a un grupo de pobres a los que viste y da limosna, siguiendo
una vez más las instrucciones dejadas por la Reina.
En
JAÉN, sede del Arzobispado, trasladado allí por
orden de D. Fernando, el séquito es recibido por el Arzobispo
y hacen unas rogativas en favor de la Reina.
A
esta altura del camino, y a pesar del tiempo, cada vez más
gentío se unía al duelo de la comitiva, pudiendo
conocer gente muy sencilla de muy distintos lugares, todos ellos
venidos para orar por nuestra Reina y rendirle un último
homenaje.
El
lunes, 16 de diciembre, nos acercamos a ILLORA, ciudad en la que
ya estuviera la Reina tres días después de que su
marido arrebatara, el 8 de junio de 1486, la ciudad a su bravo
caudillo moro. Esta ciudad había obtenido este mismo año
(1504) de los Reyes Católicos, por los leales servicios
prestados a la Corona, el privilegio de no pagar la moneda forera
(impuesto que debían de pagar los pueblos a la Reina de
Castilla en reconocimiento de sus señoríos sobre
las tierras y personas)
El
martes, 17 de diciembre, después de un triste viaje lleno
de desdichas, vientos y tormentas, y avistando la ciudad de Granada,
la luz del sol se abre camino entre las nubes.
D.
Pedro Patiño, Mayordomo Mayor de la Reina Isabel, y que
nos había acompañado durante todo el trayecto, ordenó
un alto en el camino para reorganizar el séquito y cubrir
el féretro con nuevos paños que se habían
traído desde Medina del Campo a fin de disimular los desperfectos
del accidentado y largo viaje.
Veintitrés
días después de su partida, la comitiva, rehecha
y en una procesión de antorchas, fue recibida el miércoles,
día 18 de diciembre, por el Arzobispo de Granada y antiguo
confesor de la Reina, Fray Hernando de Talavera, que en su día
fue avisado del fallecimiento de su Alteza mediante un escrito
enviado por Pedro Mártir de Anglería, persona de
gran confianza de la Reina, que se encontraba a su lado en el
momento de su muerte y que acompañó el Regio cadáver
durante todo el trayecto hasta su sepultura.
En
el Monasterio de San Francisco de la Alhambra, en solemne ceremonia
y acompañada de Cantos, se hace entrega a los frailes Franciscanos
de los restos de la Reina para poderles dar cristiana sepultura
en dicho monasterio, en un humilde sepulcro tal y como ella dispuso
en su Testamento "
.en una sepultura baxa, que no
tenga bulto alguno, salvo una losa baxa en el suelo, llana
..".
Los
frailes habían construido dos túmulos de leña,
uno en la puerta Elvira y otro en el Camino del Realejo, a los
que prendieron fuego mientras rezaban y entonaban cánticos.
Se
les hace entrega a los frailes Franciscanos de 90 hachas para
el novenario, y 100 más junto con 24 cirios grandes y velas
al sacristán del monasterio para las misas que se les había
encargado.
Las
calles de Granada se visten de luto riguroso, se reza en voz alta
y repican a difuntos todas las campanas de la ciudad.
Un
innumerable cortejo de nobles, caballeros y criados desfilan ante
el cuerpo de la Reina.
Fue
enterrada, tal y como ella dispuso, y a la espera de ser acompañada
por los restos mortales de su marido (fallecido en 1516), "en
sepultura llana" delante del Altar Mayor del franciscano
cenobio granadino, en lo que antes de la reconquista fuera Capilla
Real de los Moros.
Se
depositaron en la Capilla Real su cetro, su diadema, la espada
y su misal, manuscrito, que pertenecía a la Reina Católica,
así como otros ornamentos que había bordado ella
misma.
Nuestro
viaje había finalizado y nosotros habíamos pagado
nuestro tributo a la Reina de Castilla con nuestro trabajo y sufrimiento.
Medina
del Campo y toda Castilla estaba triste a la vez que huérfana:
habíamos perdido a su más ilustre moradora, habíamos
perdido a nuestra Reina Castellana.
Los
padecimientos del viaje quedaban ya en el recuerdo. Pedro Mártir
de Anglería, humanista italiano traído a la corte
y de su fiel confianza, escribiría en su Epistolario que "ni el sol ni la luna fueron vistos durante este tortuoso
y póstumo entierro-viaje, que los fieles seguidores de
la Reina Castellana hicieron un largo y sufrido viaje hasta su
sepultura terrenal en la Granada recién conquistada, y
sin embargo ni un solo acompañante quiso abandonar el cortejo
fúnebre de la Reina".
Después
de un luto impuesto en la ciudad durante varios días, en
los que las novenas y rogativas por la Reina se sumaban unas tras
de otras, rehacemos la comitiva para desandar el camino hasta
nuestras tierras, tristes y con el corazón hundido de pena.
A
media jornada de caballo, y con el pensamiento puesto en los últimos
momentos de vida de la Reina, un pensamiento lleva a mi mente
las últimas palabras que le oyera a la Reina en su lecho
de muerte: "cuida de mis hijos en América
."Mi
cabalgadura se detiene. A mi lado se encuentra mi padre, Juan
de Morillo. Solamente le digo unas palabras: "He de cumplir
con la última voluntad de la Reina". Al momento
y sin mediar palabra por parte de mi padre, nos fundimos en un
fuerte abrazo. Sería esta la última vez que lo viese.
La
mula que montaba se desvió hacia la izquierda, por un camino
que, a pesar de haber amainado hace varios días la tormenta,
aún parecía un lodazal.
Cuarenta
días más tarde, y en el puerto de Sevilla, embarcaba
con dirección a América en un viaje que cambiaría
mi vida y del cual ya no tendría retorno.
"Esta es mi pequeña-gran historia, y después
de quince años al servicio y cuidado de los nativos de
estas tierras, espero haber sabido cumplir con la última
voluntad de nuestra Soberana, Reina y Señora, al menos
este ha sido mi más firme propósito".
Poco
después, Fray Rodrigo, cansado y abatido de nuevo por la
fiebre, se sumía de nuevo en el sueño. Toda la noche
estuve a su lado intentando aliviarle la fiebre sin conseguirlo.
Al
amanecer del día siguiente, con una sonrisa dibujada en
su rostro, daba un suspiro y exhalaba su último aliento.
Me
sentí privilegiado por el episodio del que acababa de ser
testigo. En un lugar apartado de la playa, mirando hacia el Océano
Infinito, y a miles de leguas de distancia de la ciudad que le
viera nacer, en una sencilla caja de madera, di sepultura a Fray
Rodrigo de Morillo, un fiel servidor de la Reina de Castilla que
había llevado la última voluntad de ésta,
hasta las últimas consecuencias, había abandonado
su vida para dedicarse de lleno a "cuidar de sus hijos en
América".
Con
dos tablas grandes formé una cruz y al fuego pude grabar
su nombre:
FRAY
RODRIGO DE MORILLO
Medina del Campo-Villa Rica de la Vera Cruz
24-04-1519
Fdo. Esther Fortea Fernandez, en Medina del Campo a 15 de Enero
de 2004
Fuentes
consultadas:
- Archivo
de Simancas
- Testamentaría
de Isabel la Católica-Antonio de la Torre y del Cerro
- Epistolario-Pedro
Mártir de Anglería
- Isabel
la Católica-Tarsicio Azcona
- Sobre
Medina del Campo y la Reina Agraciada-Antonio Blanco Sánchez
- Codicilo-Museo
Palacio Testamentario de Medina del Campo
- Isabel
la Católica: su vida, su tiempo, su reinado-Cesar
Silió Cortés
- Isabel
de Castilla, la primera Reina del Renacimiento-Nanc
30-01-04
- La Ruta Quetzal atravesará La Moraña siguiendo
la estela del cortejo fúnebre de Isabel la Católica.
La
ruta Quetzal promocionará el V Centenario
Miguel
de la Quadra-Salcedo, director de la Ruta Quetzal, otorgará
gran parte
del protagonismo de la Ruta Quetzal 2004 a las tierras de La Morala
donde vivió, hace más de quinientos años,
Isabel la Católica. Esta senda, destinada a los jóvenes,
recorrerá el trayecto seguido
por el cadáver de la Reina de Castilla hasta Granada,
una terrible experiencia, con lluvia, en la que murió
mucha gente que formaba parte de un cortejo fúnebre de
300 personas. El recorrido del cortejo fúnebre quedará
señalizado con información cultural y deportiva,
como un camino para la gente joven.
Más
de 300 jóvenes de todo el mundo participarán en
una expedición de cerca
de dos meses de duración. Bajo el título "De
los Volcanes mexicanos a la Translatio" V
centenario de la muerte de Isabel I de Castilla, los participantes
visitarán tierras mexicanas, para profundizar en el conocimiento
de las grandes civilizaciones prehispánicas.
Los
expedicionarios cruzarán el océano Atlántico
y con motivo del V centenario de la
muerte de Isabel I de Castilla, se hará el recorrido
del cortejo fúnebre de la Reina desde Medina del campo
hasta Granada. También se incluirá un viaje
a Portugal.
El
testamento de la Reina
De
la Quadra-Salcedo destacó la importancia de la figura de
la Reina Isabel,
que con sus mecenazgos los cuatro viajes colombinos- dio
a España la gloria de haber descubierto otro continente,
con lo que Isabel cerró la Historia Antigua e inició
la Moderna. La reina de Castilla redactó, el 10 de
octubre de 1504, en su lecho
de muerte y tres días antes de morir de malaria en
Medina del Campo (Valladolid), un concilo o testamento en el que
pedía que se respetara a los indígenas como si fueran
españoles.
Este
testamento, tan poco conocido, acaba con la leyenda negra
sobre Isabel la Católica. Esta ruta se ha incluido dentro
del programa de actos del V Centenario
de la Muerte de Isabel la Católica de la Junta de Castilla
y León.
Programa
cultural en Arévalo
El
alcalde de Arévalo, Vidal Galicia Jaramillo, manifestó
que la localidad morañega
está preparando un programa extenso y amplio
de actividades culturales, en el que se prevé incluir una
exposición dedicada a la reina Isabel y una maqueta del
Palacio Juan II, donde Isabel se hizo reina.
Además,
se ha organizado una campaña promocional sobre la figura
de la Reina de Castilla en los colegios e institutos, obras de
teatro o conciertos de música de la época.
02-02-04
- Importante concurso
El
Banco Francés (BBVA) invita a estudiantes argentinos nacidos
entre 1987 y 1988, a participar de la XIX edición del concurso
denominado "La Ruta Quetzal BBVA 2004", que seleccionará
a cuatro jóvenes de nuestro país, para participar
de un viaje de estudios a México, Portugal y España,
junto a unos 300 estudiantes de toda Hispanoamérica. Para
participar en el concurso deberán presentar un trabajo
original sobre alguno de los siguientes temas: El último
viaje de la Reina Isabel I de Castilla: Medina del Campo - Granada;
La "Translatio", ruta marítima del Apóstol
Santiago: de Jerusa-lén a Galicia. Origen de los caminos
xacobeos; Las vacunas, doscientos años después de
Balmis; Los volcanes de México; Vasco de Quiroga y su Utopía
mexicana; El Quijote y América. y Civilizaciones prehispánicas
en México. Los interesados pueden buscar informes en los
siguientes sitios www.rutaquetzal.com y www.bbva.es
1
de febrero 2004 - CONVOCATORIA XIX EDICIÓN
La Ruta Quetzal recorrerá México, Portugal y España
La
Ruta Quetzal BBVA ha sido presentada en la embajada de España
en Santo Domingo con el lema "De los volcanes mexicanos a
la Translatio. V Centenario de la muerte de Isabel I de Castilla".
La
convocatoria para la XIX edición de la Ruta Quetzal BBVA
que recorrerá este año México, Portugal y
España, lleva el nombre "De los volcanes mexicanos
a la Translatio. V Centenario de la muerte de Isabel I de Castilla"
y se realizará del 20 de junio al 30 de julio de este año.
Su primera etapa se cumplirá en México.
La
Ruta Quetzal rememorará en el 2004 los 500 años
de la muerte de Isabel La Católica y participará
en los actos preparativos del IV Centenario de la primera edición
de "El Quijote", de Miguel de Cervantes, que se cumplirá
en el 2005. El viaje de este año tiene como objetivo conocer
parte de la geografía e historia de México, donde
el recorrido incluirá la capital del país y los
estados de Michoacán, Puebla y Veracruz.
Los
jóvenes, tras acampar y recibir cursos académicos
y científicos en la ciudad de México, visitarán
los volcanes Popocatépetl, Paricutín e Iztacchihuatl,
y estudiarán los volcanes de la Cordillera Central mexicana.
Los expedicionarios conocerán también la figura
del benefactor de los indígenas, Vasco de Quiroga, y visitarán
puertos mexicanos que tocó la expedición filantrópica
de Francisco Balmis, que llevó la vacuna de la viruela
de España a Filipinas, China y otros países asiáticos,
y cuyo bicentenario se cumple en 2004.
Para
recordar el quinto centenario de la muerte de Isabel I de Castilla,
la expedición conmemorará el recorrido del cortejo
fúnebre que llevó el cadáver de la reina
desde Medina del Campo (Valladolid) hasta Granada. La parte final
de la Ruta se realizará a bordo de un buque de la Armada
española que partirá de Cádiz, bordeará
la costa de Portugal, con paradas en Lisboa y Oporto, y seguirá
por el mar de Arosa para que, por último, los jóvenes
continúen a pie por el Camino Portugués hasta Santiago
de Compostela.
Los
estudiantes dominicanos nacidos en 1987 y 1988 tendrán
la opción de acceder a tres becas con todos los gastos
pagados, a fin de formar parte de la expedición itinerante
que estará integrada por unos 300 jóvenes procedentes
de 43 países. La selección de los participantes
se llevará a cabo el próximo 4 de marzo mediante
un sorteo público en el Patronato de la Ciudad Colonial
de Santo Domingo, que coordina la actividad en el país.
Más
de 8.000 jóvenes iberoamericanos y de otros países
han participado en la Ruta Quetzal, programa dirigido por el periodista
y aventurero español Miguel de la Quadra-Salcedo y auspiciado
por la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional
y para Iberoamérica del Ministerio español de Asuntos
Exteriores.
20-04-04
- Cuatro jóvenes venezolanos forman parte del programa
Quetzal 2004
Gran ruta prehispánica
Los estudiantes ganaron el concurso anual que los llevará
a tierras de México, Portugal y España para adentrarse
en la historia de las civilizaciones y así profundizar
sus conocimientos
JEANETTE HERRERA -
EL UNIVERSAL
Un
juego educativo sobre los oltecas, toltecas y aztecas, una pieza
musical relativa a la cultura prehispánica, un pergamino
de glifos mayas y una crónica elaborada bajo el formato
de periódico acerca de la historia de los azteca son los
trabajos que el jurado de la Ruta Quetzal BBVA 2004 seleccionó
como ganadores -en el capítulo Venezuela- y que permitirán
a sus cuatro autores recorrer el camino de la cultura prehispánica
por tierras de México, España y Portugal.
Edith
Zabala, Pedro Bernárdez, Betzhalie Pineda y Carlota Ferrari
tendrán la oportunidad -entre junio y julio de este año-
de formar parte de la expedición De los volcanes mexicanos
a la Translatio, V centenario de la muerte de Isabel I de Castilla
para adentrarse en la historia de las civilizaciones prehispánicas
a través de la visita a sitios emblemáticos como
los volcanes mexicanos, Michoacán y Veracruz. De ahí
atravesarán el Atlántico para llegar a Madrid -donde
los recibirán los reyes de España-, Castilla
y León, Andalucía y Cádiz. En Portugal
visitarán Lisboa y Oporto para volver a La Coruña
y nuevamente a la ciudad de Madrid.
Como
la Ruta Quetzal es un programa que mezcla la cultura y la educación
con la aventura, los participantes -que provienen de toda Iberoamérica-
mantienen una rutina académica gracias al programa diseñado
por la Universidad Complutense de Madrid.
Experiencia
única
Empeño
y dedicación son fundamentales para participar en este
programa, pues los trabajos que se presentan deben mostrar de
una forma muy atractiva hechos históricos. Pedro, por ejemplo,
decidió hacer una pieza musical para piano y dos flautas
"porque la gente dice que tengo habilidades para la música",
lo cual es cierto, pues toca piano. "Mi profesora de francés
me aconsejó hacerlo. Estaba durmiendo y me vino la idea
y a la mañana siguiente empecé a componer".
Pedro presentó la partitura y la música la "montó"
por computadora.
Carlota,
la más desenvuelta del grupo, cuenta que decidió
hacer un periódico "porque no tengo muchas habilidades
artísticas, pero estoy en el periódico del colegio,
así que decidí que lo mío era escribir".
Los glifos de Betzhalie nacieron "porque es la forma como
los mayas plasmaban su cultura y me pareció que era lo
más adecuado".
Mientras
que Edith realizó un juego de mesa didáctico compuesto
por 90 preguntas "porque estudiar historia es muy fastidioso
y me pareció que ésta sería una forma divertida".
CARLOTA
FERRARI
Hábil
con la pluma
Crónicas
desde la pluma de una Quetzal es el título del periódico
elaborado por Carlota Ferrari, quien estudia cuarto año
en el Instituto Andes de Los Naranjos, baila flamenco y danza
árabe. "Es la historia de la cultura azteca contada
por un arqueólogo que viaja a México. Este ha sido
el trabajo en el que he puesto más de mi parte".
PEDRO
BERNARDEZ
Talento
musical
Pedro
Bernárdez, estudiante de quinto año del Colegio
Francia, elaboró la composición musical En la Corte
de Ahuízolt, una muestra de la era prehispánica.
Este joven de 17 años habla inglés, francés
y estudia en el Conservatorio Juan José Landaeta. "Me
gusta muchísimo ver televisión y todavía
no sé qué voy a estudiar".
BETHZALIE
PINEDA
Dibujos
históricos
El
fin del silencio es el nombre del trabajo plástico de Bethzalie
Pineda, estudiante de quinto año del colegio La Salle de
Tienda Honda. Se trata de una serie de glifos que representan
diversos aspectos de la cultura maya. "Los dibujos no son
perfectos, pero son un acercamiento a la historia, religión,
arte y dioses de los mayas".
EDITH
ZABALA
Juego
de culturas
Aprendiendo
de los oltecas, toltecas y aztecas en el patio ceremonial es un
juego de 90 preguntas sobre las principales culturas mexicanas
que elaboró Edith Zabala, alumna del liceo Antonio José
de Sucre de Cumaná. "Tenía que ser algo muy
impactante. Se me ocurrió el juego que te divierte y aprendes".
Integración
continental.
La
Ruta Quetzal BBVA es un programa educativo que nace por iniciativa
del rey Juan Carlos en 1979. Está dirigido a estudiantes
iberoamericanos de 16 y 17 años y fue declarado en 1990
como un programa de interés universal por la Unesco. Es
auspiciado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España
y patrocinado por el Grupo Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.
12-07-04
- La Ruta Quetzal BBVA continúa su aventura por España
y Portugal.
Los más de 300 expedicionarios de 43 países han
regresado este fin de semana de México y hoy serán
recibidos en audiencia por Sus Majestades los Reyes
MADRID.
Este fin de semana han llegado al aeropuerto de Madrid en diferentes
vuelos los más de 300 expedicionarios que participan en
la Ruta Quetzal BBVA, dirigida por Miguel de la Quadra-Salcedo.
Después de recorrer México durante tres semanas,
los jóvenes de más de 40 países visitarán
ahora tierras españolas y navegarán en un barco
de la Armada Española por las costas portuguesas para conmemorar
dos hechos transcendentales: el V Centenario
de la muerte de Isabel la Católica y la «Translatio»
del cuerpo del apóstol Santiago.
La
primera cita de la expedición en el Viejo Mundo será
la audiencia con Sus Majestades los Reyes, hoy en el Palacio Real.
Varios jóvenes, sobre todo hispanoamericanos, llevan desde
el principio del viaje, en sus ya de por sí apretadas mochilas,
regalos que desean entregar a Don Juan Carlos y Doña Sofía.
Desde el Palacio Real, los estudiantes partirán hacia Medina
del Campo, donde expiró la Reina Isabel I de Castilla.
Uno de los momentos más emocionantes del viaje, que terminará
el día 30, será cuando conmemoren
el cortejo fúnebre de Isabel la Católica e,
igual que hace 500 años, atraviesen Sierra Morena por el
antiguo Camino Real hasta Granada. Además, los estudiantes
tendrán la oportunidad de profundizar en esta figura histórica
con el eminente hispanista Joseph Pérez, que pronunciará
una conferencia en Toledo.
La
obra de Tata Vasco
En
México, los expedicionarios han vivido inolvidables experiencias,
como el ascenso a tres volcanes (el Paricutín, el Popocatepétl
y el San Martín Tuxtla), que pusieron a prueba su espíritu
de superación. En el Estado de Michoacán, los indígenas
purépechas les enseñaron la inmensa obra que les
dejó hace casi 500 años su Tata Vasco, que es como
allí se conoce a Vasco de Quiroga, el oidor de la II Audiencia
que llegó a ser obispo y que intentó hacer realidad
en América -y en parte lo consiguió- la «Utopía»
de Tomás Moro.
También
conmemoraron la llegada a México de la Real Expedición
del doctor Balmis (año 1804), que distribuyó por
gran parte del mundo la vacuna de la viruela mediante la técnica
«brazo a brazo» y que salió de España
hacia el Nuevo Mundo inoculada en los brazos de niños huérfanos
gallegos.
12-07-04
- La Ruta Quetzal llega a España
Tras dejar México, los 139 expedicionarios serán
recibidos hoy por los Reyes en El Pardo
Itinerario
en España
LUNES 12 JULIO | Madrid Medina del Campo
08:00
Desayuno.
10:00 Salida hacia el Palacio Real.
12:00 Audiencia de sus Majestades los Reyes de España.
14:00 Almuerzo de campaña.
16:00 Salida hacia Medina del Campo.
Medina
del Campo se sitúa en el centro de una amplia llanura situada
al sur del Duero, en la zona central de Castilla
y León. La uniformidad topográfica es una de
las características más acentuadas de este espacio,
que se va modificando según avanza hacia el este, donde
las cuestas de los páramos destacan en un paisaje en el
que se singularizan los cauces, frecuentemente encajados, de los
ríos principales, Adaja y Eresma, siendo el Zapardiel y
el Trabancos mucho menos significativos.
De
pasado romano y árabe, la ciudad tomó vigor en el
tramo final de la Edad Media, cuando su Feria se posicionó a la cabeza de las actividades económicas
de la Península Ibérica. El punto central de la
ciudad es la Plaza
Mayor, rectangular y amplia, donde se siguen celebrando las
ferias que dieron fama europea a Medina desde el siglo XIV. Los
viejos nombres de las aceras (Armería, Joyería,
Especiería, Mercería, etc) recuerdan la actividad
comercial. En uno de sus ángulos se encuentra el Palacio
Real, donde murió Isabel la Católica. A su lado
están el ayuntamiento,
y la iglesia de San
Antolín.
20:00
Llegada y conferencia en la plaza Mayor.
La
plaza más grande de España catorce mil
metros cuadrados sintetiza la mayor parte de la Historia
de Medina del Campo y su tierra. En torno a la primera mitad
del siglo XIII ya se tenía conocimiento de su existencia
y por su importancia. Centro mercantil y económico de Castilla,
fue la espina dorsal de la Villa de Medina del Campo, creadora
de gran riqueza junto con la economía lanar, ganadera y
agraria, de los siglos anteriores, alcanzando también una
fama nacional e internacional los vinos de Medina, dándose
a conocer estos "caldos" a los ricos mercaderes
en las ferias.
21:00
Cena.
22:00
Concierto en la Catedral de Santo Tomás, a cargo del grupo
vocal In Sexta Hora".
Acampada
en el Castillo de la Mota.
De
origen remoto, Alfonso VIII procedió a su reconstrucción
y los Reyes Católicos a su renovación, siendo blasonado
por éstos. Las sucesivas reconstrucciones han formado un
conjunto organizado en torno a cuatro recintos: una barbacana
externa, que contiene la plaza de armas; un muro de almenados
cubos y arpilleras; el castillo; y la elevadísima torre
del homenaje.
La
construcción está realizada en hormigón apisonado
con revestimiento de ladrillo. Corredores subterráneos
recorren la fortaleza. El castillo propiamente dicho está
compuesto de un recinto exterior cuadrangular que se flanquea
en tres de sus partes por macizas torres cuadradas.
El
cuarto lado fue construido en tiempos de Juan II, el promotor
también de la construcción del foso, el fortificado
puente y la barbacana. En este lugar se produjeron importantes
hechos de la historia de España. Se discutió la
privanza de don Beltrán de la Cueva y fue sitiado durante
diez meses por los enemigos de Enrique IV.
Fue
posteriormente ofrecido en tributo a los Reyes Católicos,
convirtiendo el castillo en prisión, por donde pasaron
ilustres personajes como Hernando Pizarro, don Rodrigo Calderón,
el duque Fernando de Calabria, César Borgia o el conde
Aranda, sin olvidar la estancia de doña Juana la Loca antes
de ser convertida la fortaleza en prisión. Quizá
el hecho más destacado sea la huída de César
Borgia, gracias a la lima y la cuerda proporcionadas por el conde
de Benavente. El guardián se dio cuenta de la huída
y cortó la cuerda, consiguiendo el preso escapar con heridas
leves.
«Lo
mejor de la ruta es la gente». «Lo peor es
que nos gustaría ducharnos más». Después
de tres semanas en tierras mexicanas estas son las opiniones más
generalizadas entre los 319 expedicionarios, entre ellos varios
cántabros, de la Ruta Quetzal BBVA, que el sábado
llegaron a Madrid y que hoy, lunes, inician su recorrido por España,
con una recepción que ofrecerán los Reyes, en el
Palacio de El Pardo.
Atrás
quedan casi 3.000 kilómetros por tierras mexicanas. Anécdotas
por doquier, recuerdos y experiencias muy duras. Si primero fue
el volcán Paricutín, el Popocatépetl no se
quedó atrás. El mal de altura se cebó en
los aventureros, 35 de los cuales abandonaron la caminata presa
de hemorragias, mal de altura o torceduras de tobillos.
El
asalto a la segunda montaña más alta de México
fue realizado en dos grupos. El primero, cuyo entusiasmo les llevó
más arriba del límite de seguridad establecido por
los vulcanólogos (4.300 metros), demostró a los
expedicionarios que la mole estaba en plena erupción. «Fue
más fácil que el Paricutín, pero en el 'Popo'
el problema fue la altura», dice el soriano Gabriel Rodríguez.
Lo mismo opina la sevillana María Jesús Rodríguez,
que notó más la altura «porque mi ciudad está
metida en una hoya».
Sin
embargo, todo ese sufrimiento se olvida pronto, porque en la Ruta
Quetzal BBVA «lo importante son los compañeros
y amigos que haces», destaca la vizcaína de Amorebieta
Laura Acuña. «Lo malo son las caminatas y que
no nos dejan ir al baño», apunta, mientras reconoce
que echa mucho de menos a su familia. Para la pacense Ana Muñoz,
todos los esfuerzos son paliados por la relación que se
encuentra en la ruta con los compañeros. «Con
ellos se lleva todo mejor, lo malo es es no poder ducharnos»,
señaló.
Tras
ese 'asalto' al 'Popo', la expedición, que
dirige Miguel de la Cuadra Salcedo, enfiló a las costas
caribeñas de Veracuz, donde desembarcó Hernán
Cortés en 1519. Del frío al calor, de los volcanes
a los tiburones, la Ruta Quetzal cambió el paso para despojarse
de los forros polares y al requerir de los repelentes de mosquitos
y 'abejas asesinas', o el ajo para evitar la mordedura
de serpientes. En esta parte del viaje volvieron a ser protagonistas
los bolivianos Aurelio Vela y Noemí Choque, que no daban
crédito al ver por primera vez en su vida tal cantidad
de agua junta. «También está salada como
la de mi casa», dijo Noemí, que vive junto a
un lago de sal a más de 4.000 metros.
El
viaje mexicano concluyó con el estudio de la brujería
tradicional del país y la exploración de los parajes
de la cascada de Eyiplanta y la laguna de Cuatemaco.
Después
de llegar en tandas este sábado al aeropuerto de Madrid-Barajas,
donde decenas de padres esperaban a los ruteros con bocadillos
a cual más grande, hoy serán recibidos por los Reyes
en el Palacio de El Pardo, antes de viajar a Medina del Campo.
En la histórica ciudad castellana la Ruta Quetzal BBVA
emprenderá el recorrido de la comitiva fúnebre que
llevó el cadáver de Isabel la Católica hasta
Granada.
El
viaje concluirá con una travesía por mar desde Cádiz
a Santiago de Compostela, a bordo del buque de la Armada 'Galicia',
con escalas en Lisboa y Oporto. Así, los expedicionarios
rememorarán el caminó que, según la tradición,
recorrió el cuerpo del apóstol Santiago desde Judea
hasta Galicia. La Ruta 2004 terminará en el Paraninfo de
la Universidad Complutense con la entrega de diplomas.
El
último viaje de una reina
Medina del Campo acogió la salida de la expedición
de la Ruta Quetzal, que recorrerá el camino de la comitiva
fúnebre de Isabel la Católica
Texto de/Rebeca Cid. Fotografía de F. Jiménez y
B. Rodríguez.
Medina
del Campo se convirtió ayer en el punto de sálida
de la expedición de la
Ruta Quetzal BBVA, en su recorrido por tierras españolas.
Por la mañana, los 350 jóvenes participantes, procedentes
de 45 países diferentes, acompañados de sus monitores
y al mando de Miguel de la Quadra Salcedo, fueron recibidos por
los Reyes en el Palacio del Pardo. Unas horas después partieron
camino del Castillo de
la Mota, lugar donde montaron el campamento y cogieron fuerzas
con una abundante comida compuesta de ensalada de pasta, empanada,
tomates y platanos, para proseguir las actividades de la jornada.
Los
expedicionarios llegaron hasta la Plaza
Mayor de la Hispanidad, donde se encuentra el Palacio
Real Testamentario, lugar donde murió Isabel la Católica,
eje principal de la primera parte de la Ruta Quetzal. Allí
fueron recibidos por los directores del Palacio
Testamentario y del Museo de las Ferias,
Óscar Pastor y Antonio
Sánchez del Barrio, y el comisario de la exposición
que acoge la Colegiata
de San Antolín, Fernando Checa, además del alcalde
de la villa, Crescencio Martín Pascual. Posteriormente,
los jóvenes se dividieron en varios grupos para poder visitar
las exposiciones.
Uno
de los momentos más importantes de la tarde tuvo lugar
con la llegada del presidente de la Junta de Castilla y León,
Juan Vicente Herrera, que tras saludar a algunos de los jóvenes
y charlar con Miguel de la Quadra Salcedo, animo a dos de las
participantes a descubrir una placa situada en la Casa
de los Arcos y que quedará de recuerdo del paso de
la ruta por la villa.
Misa
de Réquiem
Pero
sin lugar a dudas el momento más histórico llegó
con la reproducción, por primera vez en la historia, de
la Misa de Requiem por Isabel la Católica oficiada en latín
desde el atrio de la iglesia Colegiata por el padre Capuchino Tarsicio Azcona, ataviado con una imitación
de la casulla que utilizaba el cardenal Cisneros. La nota musical
estuvo a cargo del coro de la Ruta Quetzal, la parte instrumental
se situó en el Balcón
del Populo, mientras que el resto de integrantes entonaban
sus voces desde el atrio.
Desde
hoy, los expedicionarios recorreran el camino de la comitiva
fúnebre que llevó el cadáver de la Reina
hasta Granada. El viaje concluirá tras realizar una
travesía por mar desde Cádiz a Santiago de Compostela,
a bordo del buque de la Armada 'Galicia', con escalas en Lisboa
y Oporto. Así, los expedicionarios rememorarán el
caminó que, según la tradición, recorrió
el cuerpo del apóstol Santiago desde Judea hasta Galicia.
Eran
las 16:00 horas de ayer 12-07-2004, cuando los 350 jóvenes
de España e Iberoamérica que componen la Ruta Quetzal
2004 llegaban a la explanada del castillo de la Mota de Medina
del Campo para iniciar la ruta en territorio español, una
vez que por la mañana Su Majestad el Rey recibiera a los
expedicionarios en el Palacio del Pardo de Madrid.
Los
jóvenes comenzaron a montar el campamento en uno de los
laterales de la fortaleza medinense, para después iniciar
la ruta a pie desde la fortaleza, pasando por la calle Padilla engalanada con banderas de España, y Castilla y León
como había recomendado el alcalde de Medina en su bando
de hace unos días, hasta llegar a la Plaza
Mayor de la Hispanidad donde comenzaron una visita turística
por los monumentos más emblemáticos de la villa
de las ferias.
Entre
los lugares elegidos por la organización estaba la exposición Caballería y Devoción
en la Castilla de Isabel la Católica de la Colegiata
de San Antolín, así como la muestra permanente
del museo de las Ferias.
Aunque en esta ocasión los expedicionarios de la Ruta Quetzal
salieron más sorprendidos por la recreación de la
cama donde murió la soberana castellana en el Palacio
Real Testamentario si que eran pequeños en
la edad media era la frase más repetida entre
los jóvenes por la dimensión de la cama y las puertas
del Palacio, así como por el sombrero medieval con el que
les obsequió el centro de interpretación.
Una vez concluida la visita, los expedicionarios recibieron la
visita del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan
Vicente Herrera, quién mostró su satisfacción
a la organización de la ruta y a Miguel de la Cuadra Salcedo
por el hecho de haber elegido una localidad de Castilla y León
para iniciar la ruta española ya son 20 años
los que la comunidad está vinculada a la ruta, y todos
los años enlaza con algunas de las señas culturales
de nuestra tierra, y con ello adquiere un relieve internacional,
y este año no podía faltar Medina del Campo por
la conmemoración del V centenario de la muerte de Isabel
la Católica. El presidente de la Junta estuvo
acompañado por el alcalde de Medina del Campo, Crescencio
Martín Pascual, la consejera de Cultura, Silvia Clemente,
el presidente de la Cortes, José Manuel Fernández
Santiago, el presidente de la Diputación de Valladolid,
Ramiro Ruiz Medrano, entre otras autoridades locales y regionales,
quienes después de dar la bienvenida a los jóvenes
acompañaron a dos expedicionarias de Perú y Bolivia
para descubrir la placa conmemorativa de la ruta donde se recoge
todo el itinerario del cortejo fúnebre, ya que una parte
de la ruta española está dedicada a recrear el camino
que realizó el cortejo fúnebre de Isabel la católica
desde Medina del campo, el lugar en el que expiró la reina
hasta Granada donde está enterrada.
Precisamente
la joven peruana fue la encargada de dar el discurso de agradecimiento
al presidente de la Junta y demás autoridades presentes
animando a que desde las instituciones se luche por la igualdad
entre los dos lados del océano tenemos que tener
igualdad de oportunidades todos los jóvenes de España
y Latinoamérica para poder crear un mundo más justo.
Una
vez concluido el acto, el foco de atención de la jornada
fue para el atrio de la Colegiata
de San Antolín, donde por primera vez desde las ferias
medinenses del siglo XVI se celebró una misa oficiada por
el padre Tarsicio Azcona para los 350 expedicionarios, las autoridades,
y los medinenses que se acercaron hasta la Plaza
Mayor de la Hispanidad.
Posteriormente Juan Vicente Herrera saludó a los jóvenes,
y se acuñó una moneda de plata conmemorativa en
el atrio de la Colegiata.
Una vez concluidos los actos los jóvenes se desplazaron
de nuevo hasta el castillo
de la Mota para acabar de montar el campamento en todo el
entorno de la fortaleza, y descansar hasta la jornada de hoy donde
a partir de las nueve de la mañana partirán caminando
hasta la localidad abulense de Arévalo.
Además
de los 350 expedicionarios que componen la Ruta Quetzal el equipo
de la expedición está compuesto por 17 monitores
que se encargan de grupos de 18 chicos y chicas, así como
el jefe y subjefe de grupo. La misión de estos monitores
además de responsabilizarse de su grupo es de actuar como
mentor de los expedicionarios nuestra misión es
orientar a los chicos, no sólo en las actividades cotidianas
como prepararse la mochila, montar las tiendas sino también
orientar dentro del medio y largo plazo para que puedan abrir
su mirada a otras culturas, asegura Santiago Tejedor
monitor barcelonés.
Aunque según Raquel Ubeda el trabajo de monitor también
implica ser el que imparte disciplina al expedicionario somos
un poco los padres de los niños, que nos cuenten sus problemas
porque se sienten un poco perdidos, así como la disciplina
porque sino esto no funciona. Así mismo los monitores
de la Ruta Quetzal consideran este trabajo como de intercambio
de conocimientos te dan mucho cariño y te cuentan
las cosas y te sientes como hermano mayor, y el verdadero tesoro
que obtienes es un alimento humano que te enriquece como persona,
además de los conocimientos de dirigir a un grupo concluye Tejedor.
Por
sugerencia de S.M. el Rey de España se creó este
programa en 1979 con el objetivo de consolidar entre la juventud
de 16 y 17 años los cimientos de la Comunidad Iberoamericana
de naciones entre todos los países de habla hispana, incluidos
Brasil y Portugal. El periodista Miguel de la Cuadra Salcedo ha
sido la cara visible de las expediciones, así como el mentor
e ideario de la ruta. Considera que el principal objetivo que
cumple este programa es que los diferentes países iberoamericanos
se conocieran esto no es un programa español sino
un programa iberoamericano que nació con la vocación
de que los chavales conozcan su historia y se conozcan entre sí.
Además de la Cuadra Salcedo asegura que la edición
de este año en España se encara como una gran aventura hemos creado una gran aventura gracias a la Junta ya
que a lo largo del itinerario que empezamos en Medina vamos a
señalizar todo el recorrido que llevó el cortejo
fúnebre hasta Granada para que en el futuro los jóvenes
puedan hacer este camino, como ha quedado el Camino Real en California,
y este es muy importante.
En cuanto a la figura de Isabel la Católica asegura que
no quiere entrar en polémicas, aunque es tajante en
lo colegios no conocen nuestra historia. De la Cuadra
Salcedo asegura que Isabel la Católica fue una gran defensora
de los derechos humanos en el codicilo dice bien claro
que hay que defender y proteger a los indígenas, aunque
hay grupos que la quieren demonizar, pero la labor que hizo la
reina fue importantísima.
Según
el director de la Ruta Quetzal los jóvenes tienen que estudiar
esa época de la historia de España tienen
que tener una visión de lo que esta reina hizo por Castilla
y por España, porque muchas veces conocen sólo la
anécdota, y hay que profundizar un poco más en todas
las actuaciones que llevó a cabo en su reinado.
Miguel de la Cuadra Salcedo espera continuar más años
al frente de esta expedición aunque no se de dónde
me salen las fuerzas, creo que me sale de dentro, el algo que
tengo interiorizado concluye.
Los
jóvenes de la Ruta Quetzal dejan Medina ataviados con la
túnica de luto por la reina.
Los
350 jóvenes de España e Iberoamérica que
componen la Ruta Quetzal 2004 dejaron al mediodía de ayer
Medina del Campo para emprender viaje hasta Arévalo en
una primera visita y Ávila al finalizar el día en su segunda etapa por tierras españolas.
Previamente
los expedicionarios se dispusieron a recoger el campamento frente
al castillo de la Mota,
visitaron la fortaleza medinense, e iniciaron una procesión,
ataviados con túnicas negras a modo de luto desde el castillo,
pasando por el mirador de la reina, hasta llegar al busto de Isabel
la católica y el Palacio
Real.
El objetivo de los expedicionarios es realizar la misma ruta que
hizo la corte castellana desde el 26 de noviembre de 1504, fecha
en la que murió la reina Isabel la Católica hasta
meses después que llegaron los restos a Granada donde está
enterrada la soberana castellana.
La
dos jornadas en Medina del Campo han dado a los jóvenes
tiempo para visitar el museo de las Ferias,
la Colegiata de San
Antolín, y el Palacio
Real Testamentario donde murió la soberana castellana,
así como la asistencia a una misa en latín, y una
conferencia sobre la figura de la reina en el castillo
de la Mota a cargo de padre capuchino Tarsicio Azcona.
Además
de la cena colectiva ofrecida por el ayuntamiento de Medina del
Campo en la que degustaron rabo de toro, y el desayuno castellano
antes de partir con sopas de ajo.
El
director de la ruta Quetzal Miguel de la Cuadra Salcedo agradeció
al ayuntamiento y a la villa de Medina la acogida de los jóvenes
expedicionarios nos llevamos muy buen recuerdo de la
villa de las ferias, y esperamos que en otras ocasiones nos vuelvan
a dispensar este trato tan exquisito.
Iván
Lozano/El Día de Valladolid
Un
total de 350 expedicionarios iniciaron su aventura mexicana en
Medina del Campo
La
Ruta Quetzal homenajeará a Isabel la Católica rememorando
su cortejo fúnebre
Los
viajeros visitaron la Colegiata, El Palacio Real Testamentario
y el Museo de las Feria
s"...Que
no consientan que los indios vecinos y moradores de dichas indias
y tierras
firmes ganadas o por ganar reciban agravio en sus personas o en
sus bienes y sean justamente tratados ...". Se trata
de un extracto del codicilo añadido en el testamento de
Isabel la Católica, "Reina de España y madre
de América", en el que se expresaba taxativamente
el comportamiento que se debía conceder a los indígenas
de las tierras descubiertas. Tres
días más tarde, el 26 de noviembre de 1504, moría
en Medina del Campo.
Como
homenaje a la soberana castellana, en el presente año en
el que se celebra
el V Centenario de su fallecimiento,
más de 350 jóvenes
expedicionarios de 45 países distintos de España
e Iberoamérica, que se han sumado a la aventura de la Ruta
Quetzal, en su periplo por tierras españolas, rememorarán
el viaje de la comitiva fúnebre que trasladó el
cuerpo de Isabel I desde la Villa de las Ferias a Granada, tras
más de 20 días de intensas tormentas.
Así,
los viajeros llegaron el lunes 13/07/04 a Medina del Campo procedentes
de Madrid -donde fueron recibidos por Sus Majestades los reyes
Don Juan Carlos
y Doña Sofía-, para acampar en las inmediaciones
del Castillo de la Mota,
acompañados por el periodista y expedicionario Miguel de
la Quadra Salcedo, coordinador e impulsos de esta iniciativa,
y un amplio equipo de monitores, 40 en total, que serán
los responsables de supervisar el desarrollo de la expedición,
que se prolongará durante dos meses y que lleva por título
"Rumbo a los volcánes mexicanos".
El
presidente de la Junta de Castilla y León Juan Vicente
Herrera acompañado por el alcalde de la localidad, Crescencio
Martín Pascual, y de la Quadra Salcedo, descubrió
la señal conmemorativa de la Ruta Quetzal, que se encuentra
ubicada en la Casa
del Arco, en la Plaza
Mayor de la Hispanidad.
El
jefe del Ejecutivo regional aseveró que este tipo de iniciativas
son idóneas para que "se deje sentir el pálpito
de los más jóvenes en las raíces de una Comunidad
cono es Castilla y León, a través de una
aventura que recordarán durante toda su vida".
Durante
su estancia en la villa medinense, los viajeros realizaron una
visita cultural a la exposición "Caballería
y devoción en tiempos de Isabel la Católica",
que acoge la iglesia
colegiata de San Antolín; al Palacio
Real Testamentario, actual Centro de Interpretación
de Isabel la Católica, y al Museo de
las Ferias, para después asistir a una Misa de Réquiem
en la Plaza
Mayor, que fue oficiada por el padre capuchino Tarsicio de
Azcona.
La
cornada concluyó con una cena en el Castillo
de la Mota, que partieron el martes por la mañana hacia
Arévalo. Ávila, Cebreros, Toledo y Viso del Marqués,
Sierra Morena y Mengibar serán algunos de los destinos
de la comitiva, antes de finalizar su viaje en España en
Granada, en la Capilla del Convento de San Francisco.
Con
paso firme
Tres vallisoletanos narran la experiencia de convivir mes y medio
con jóvenes de 45 países en la Ruta Quetzal-
Una
semana sin ducharse, ampollas en los pies y tres camisetas para
mes y medio
de interminables caminatas. Sin embargo, los tres jóvenes
vallisoletanos que acaban de terminar su participación
en la Ruta Quetzal BBVA 2004 no dudan en afirmar que repetirían
la experiencia para el próximo año. Motivos no les
faltan porque, pese a los esfuerzos, Andrea, Sergio y Jorge tienen
claro que «las cosas que haces, vives y ves aquí
no las podrías llegar a hacer ni de lejos aunque tuvieras
todo el dinero del mundo».
Su
aventura, en la que participan 200 españoles y 150 sudamericanos,
comenzó el 21 de junio en Ciudad de México. En el
país norteamericano tuvieron la oportunidad de ver «demasiado
cerca» una de las serpientes más mortíferas
del mundo, la coralina, deambular por su campamento, ser atacados
por un enjambre de abejas o estar más de cinco días
seguidos sin ver una ducha. Andrea Villa García, de 16
años y estudiante del IES Julián Marías,
recuerda que «hubo momentos en los que lo pasamos muy
mal, sobre todo cuando nos atacaron las abejas -algunos expedicionarios
llegaron a recibir más de quince picaduras, aunque cuando
miras a tu alrededor y ves que todo el mundo está sufriendo
como tú coges fuerzas para seguir».
Sus
esfuerzos se vieron recompensados día a día con
las visitas a volcanes mexicanos como el Paricutín, el
Popocatépetl o en un recorrido por la selva del parque
natural Barranca del Cupatítzio, «donde nos tuvimos
que embadurnar los pantalones con ajo para que no nos picaran
las serpientes», asegura Jorge García Vivancos,
vallisoletano de 16 años aunque estudia en Madrid. La marca
de la Ruta Quetzal, es decir, la improvisación, les permitió
hacer cosas «imposibles» como «dormir
en plena selva», en una iglesia o, ya de vuelta a España
-esto sí planificado-, a bordo del buque anfibio de la
Armada Galicia, el mismo que fue enviado en labores de barco hospital
a Irak. En este último, recorrieron la costa portuguesa
desde Huelva hasta Villagarcía de Arosa (Pontevedra).
Atrás
quedaban los días más duros de la ruta. «Las
caminatas desde que salimos de Medina del Campo hasta atravesar
Sierra Morena», relata Sergio Vicente Corral, de 17
años y estudiante del IES Julián Marías.
33 kilómetros bajo un sol abrasador tuvieron que soportar
los jóvenes, la mayoría vestidos con túnicas
negras que muchos «perdieron por el camino»,
para llegar a Granada en un primer recorrido por España
que evocaba el traslado del cuerpo de Isabel La Católica
desde su defunción en Medina hasta su entierro en Granada.
Tantos
esfuerzos se merecían «pequeñas cabezaditas»
durante las continuas charlas históricas que conformaban
el programa de una ruta que a sus 72 años dirige el periodista
y aventurero Miguel de la Cuadra Salcedo. «Lo malo es
que los monitores nos daban una colleja cada vez que nos veían
cerrar los ojos», lamenta Jorge García. Así,
entre charlas, caminatas y convivencia -los 'ruteros' proceden
de 45 países diferentes-, los tres vallisoletanos llegaron
a asumir que se puede «vivir mes y medio alejados de
las comodidades cotidianas», con poco más de
tres camisetas y dos pantalones e, incluso, llegar a ver las literas
de un buque de guerra, de tres pisos con poco más de medio
metro de separación entre ellas, como «un hotel
de cinco estrellas». Los tres coinciden en que lo mejor
de la ruta ha sido la convivencia. Una suerte de gran hermano
de mes y medio en el que «llegas a conocer hasta cómo
le huelen los pies a tu compañero».
Andrea,
Sergio y Jorge finalizaron la aventura después de superar
22 kilómetros del Camino de Santiago y de aprender que
con paso firme, voluntad y poco más se puede vivir una
«experiencia única».
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