 |
 |
 |
|
MEDINA
DEL CAMPO
(ACONTECIMIENTOS NACIONALES E INTERNACIONALES) |
|
Vd. se encuentra en: Medina
del Campo (acontecimientos nacionales e internacionales |
La decadencia
La historia de Medina del Campo contribuye una manifestación reveladora de las dificultades con las que tropezó en Castilla la transición al capitalismo. Porque si bien es cierto que las ferias dieron vida a la villa durante los siglos XV y XVI y la colocaron en un lugar preeminente dentro del naciente capitalismo nacional e internacional, no es menos verdad que al mantener la actividad económica en la esfera de la circulación y la especulación financiera apenas contribuyeron, mediante intervenciones productivas fecundas, a la creación de riqueza y menos aún modificaron las viejas estructuras, las cuales salieron reforzadas después de que los tratos y cambios languidecieran. Medina se mantuvo en las centurias siguientes como una localidad eminentemente rentista, sede de unas cuantas instituciones eclesiásticas y lugar de residencia de unos pocos privilegiados dotados de la capacidad y de los instrumentos necesarios para apropiarse de una parte sustancial del trabajo de la mayoría, en un área que rebasaba con creces los límites de su término municipal. Diríase que la lógica profunda del sistema socioeconómico en el que se hallaba inmersa, aquella que venía determinada por la primacía de los elementos feudales sobre los capitalistas, de las relaciones de producción y distribución dominantes sobre las de intercambio, acabó por imponerse y condicionó la evolución posterior de la villa (como de la propia Castilla), no solo impidiendo su recuperación tras el declive de las ferias, sino también recortando sus posibilidades de crecimiento de cara al futuro, incluso en el análisis se circunscribe a la única alternativa viable que le quedaba: la alternativa agracia.
Pero la decadencia de Medina, que fue en primer lugar la de sus ferias, ilustra asimismo sobre las responsabilidades que en este hecho particular (y por extensión, en la inversión de la tendencia expansiva del siglo XVI) cupo a una determinada política dinástica y a los dispendios sin cuento que la misma conllevaba. Pues fueron las penurias de las finanzas estatales y el incesante crecimiento de la deuda pública, junto con el incremento de la presión del fisco regio, los factores que a la postre dieron al traste con el edificio ferial. El crédito público, en su progresión desordenada, se impuso en la España del siglo XVI, con lo que ello suponía de absorción de capitales privados y extensión de la fiscalidad, y acabó sometiendo a sus designios el crédito privado, ese que en su desenvolvimiento armónico había facilitado, sino propiciado, la fase de crecimiento económico iniciada en Castilla a mediados del siglo XV y cuyo concurso se convirtió en fundamento inexcusable de la actividad ferial en su época de mayor esplendor. En este sentido, por tanto, la ruina de las ferias de Medina del Campo puede considerarse también como una revelación clamorosa de como los intereses del país y de la economía en general fueron supeditados a los de la Hacienda real y a la voluntad de los Habsburgos españoles de conservar hasta la extenuación su hegemonía en el exterior.
 |
|
Tras el colapso de las ferias,
Medina del Campo se convirtió en una población de
carácter agrario, en un proceso muy común en el
conjunto de Castilla. Alrededores de Valladolid, en Civitates
orbis terrarun (detalle). Arxiu Históric de la ciutat.
Barcelona
|
