Miércoles Santo, Vía Crucis
popular, terminada la Eucaristía por los hermanos difuntos
de todas las cofradías, alumbran a Cristo
en la Cruz -anónimo del siglo XVI- una gran multitud,
que sobrepasa las 3000 personas, durante su recorrido silencioso
entonando cánticos litúrgicos, y deteniéndose
en las catorce estaciones señaladas a lo largo del itinerario
por el centro de la población.
Al caer la tarde del jueves Santo, se pone
en marcha la procesión de Caridad, con el Santo
Cristo de la Agonía,
acompañado por los cofrades de Ntro.
Padre Jesús Atado a la Columna, cuyo
recorrido finaliza a las puertas de la capilla
de la residencia de San
José de
las Hermanitas de los Ancianos Desamparados con el canto de
la Salve.
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Cristo de la Agonía, Domingo Beltrán, atribución, siglo XVI |
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Un rumor de pasos y redobles destemplados
de tambores, rompen el silencio por las calles que confluyen
en la Plaza
Mayor, cuando
en la noche del jueves Santo el reloj
de la Colegiata0
da las 11 de la noche, con los pasos: Cristo
Orante, Ecce
Homo, Nazareno
de la Cruz,
Virgen
de la Amargura,
Cristo
de Santa Clara,
Cristo
Yacente y la
Piedad
de Barrientos,
que portados a hombros por los cofrades con el único
distintivo del farol que alumbra el discurrir de las imágenes,
se concentran para iniciar la más emotiva de las procesiones
que la Semana Santa de Medina del Campo celebra, recuperando
así la antigua procesión de los pobres, de la
cofradía de la Vera Cruz en impresionante silencio que
se puede palpar en el ambiente, acompaña todo el recorrido
que tiene su culminación en la Plaza
Mayor cuando
en la oscuridad de la noche a la luz de los faroles, el silencio
queda roto con el canto del Miserere.
En la madrugada del viernes Santo y desde
el año 1997 se incorpora a los desfiles procesionales
el traslado del Cristo
de Santa Clara,
que realiza la cofradía del Descendimiento, a las siete
de la mañana desde la iglesia de San
Miguel, >donde
queda la imagen al terminar la procesión de la Vera Cruz,
hasta el convento de Convento de Santa
Clara. Durante
el recorrido por el barrio de la Mota se realizan diversos actos
penitenciales.
Partiendo de la iglesia de San
Antolín
los "pasos" de Nuestro
Padre Jesús Nazareno
y el de la Virgen
de la Soledad,
acompañados por las distintas cofradías, inician
sus recorridos diferentes, a las 12 de la mañana del
viernes Santo, confluyendo ambos en la Plaza
Mayor donde
se produce el Encuentro y el Nazareno cae -se inclina- ante
la Virgen. Es una de las procesiones con más carisma
y devoción, a la que asiste gran cantidad d público
que se concentra en la Plaza
Mayor, para
escuchar en silencio la meditación pronunciada por un
sacerdote cuando se produce el encuentro.
A las ocho y media de la tarde del viernes
Santo, tiene comienzo la procesión general del Santo
Entierro o del Silencio a la que acuden todas las cofradías
con los pasos de: El
Lavatorio, -Mariano
Nieto, 1989- Oración
del Huerto,
-anónimo siglo XVI- Ntro.
Padre Jesús Atado a la Columna,
-Domingo Beltrán, siglo XVI- Ntro.
Padre Jesús Nazareno,
-Francisco Rincón, atrib. siglo, XVI- Cristo
de la Agonía, -anónimo
siglo XVII- Cristo
de la Luz, -Juan
Picardo, 1554- Descendimiento,
-Francisco González Macías, 1954-
Ntra.
Sra. de las Angustias,
-anónimo siglo XVI-
Lignun Crucis,
Ricardo Flecha, 1995- Cristo
Yacente, -Taller
de Sebastián Ducete, atrib. siglo, XVI- Santo
Sepulcro, -Maestro
de Covarrubias, siglo XVI- y Virgen
de la Soledad, anónimo
siglo XVII-.
Terminan los desfiles procesionales en la
mañana del domingo de Resurrección, en el que
tras producirse el encuentro de Cristo
Resucitado y
la Virgen
de la Alegría, en
la Plaza
Mayor frente
a la colegiata, se inicia la procesión con disparos de
cohetes y suelta palomas y globos, mientras suenan himnos de
la alegría.